Tanxugueiras se clasifica para la final del Benidorm Fest

Carlos Crespo BENIDORM / E. LA VOZ

SOCIEDAD

El voto del jurado dejó fuera en primera instancia al trío gallego, pero el voto del público las situó en segunda posición para pasar a la final

27 ene 2022 . Actualizado a las 10:12 h.

Lo sabía de sobra el maestro Uribarri y bien que se pavoneaba de ello. En un festival como Eurovisión el margen de sorpresa está entre poco y ninguno. Otro tanto ocurre, a tenor de lo visto, en su hermano pequeño, el Benidorm Fest. El oráculo acertó y los pronósticos se cumplieron con escrupulosa fidelidad. Tanxugueiras pasaron a la final y Azúcar Moreno y Unique quedaron descabalgados del concurso.

El desenlace no estuvo exento de emoción, ya que el voto del jurado, que suponía el 50 % del total dejó fuera en primera instancia al trío gallego. Tuvo que ser el voto demoscópico, obtenido a partir de una encuesta exprés realizada a 350 personas representativas de la sociedad española, y el televoto quienes dieron el pase a la final a las Tanxugueiras, quienes finalmente obtuvieron la segunda posición.

La canción más votada fue la de Chanel, que finalmente obtuvo 110 puntos. La segunda opción con más puntos fue la de Tanxugueiras con 93. En el tercer puesto se clasificó Blanca Paloma con 79 y en cuarto Varry Brava con 74. Azúcar Moreno y Unique quedaron fuera con 69 y 55 puntos respectivamente.

Los primeros en asomar a escena en esta semifinal fueron Varry Brava. Solo su presencia ya denota que mucho ha cambiado el cuento en este tipo de concursos, otrora ignorados cuando no denostados por el universo indie. Claro que también el universo indie ha cambiado lo suyo. Lo evidenció el trío de Orihuela en su festivo homenaje a Rafaella. Vestidos de violento rojo, resplandecientes lentejuelas y mangas imposibles, rindieron tributo a la cantante italiana con una oda al pop desenfadado, con un estribillo imbatible y que terminó con uno de los músicos tocando un teclado que se descolgó desde el cielo. Una de las muchas licencias eurovisivas que ha dejado la noche.

También se lo jugaron todo al rojo Azúcar Moreno. No en su vestuario, austero en blanco y negro combinado y más austero aún en el de su cuerpo de baile, digno de Misión imposible, pero sí en la iluminación de los fondos de pantalla que con palmeros y bailarinas virtuales acompañaron su actuación. Tienen las hermanas Salazar más tablas que todas la que había en el decorado del Benidorm Fest. Pero no fue suficiente. Su Postureo poco más tenía que lo que el título avanza. Flamenco pop con aroma rancio edulcorado con beats de primero de electrónica. Demasiado poco.

Con Blanca Paloma se vivió la sensación contraria. Si las Salazar llevan en el mundo del faranduleo desde hace casi cuatro décadas, con su paso por Eurovisión incluido, en 1990, se estrena en este festival con su primera grabación. Su propuesta derrochó elegancia, amparada en un minimalismo efectista, que permitió centrar toda la atención en una voz imponente y en una canción que le viene como anillo al dedo. Convirtió el hexágono central del escenario en una suerte de lago de aguas turquesas sobre el que desplegó y ondeó un sugerente halo blanco. Todo muy pulcro. Todo muy quieto. Todo muy lindo.

Y de nuevo asomó en el Benidorm Fest el juego de los contrarios. Frente a la quietud inmaculada y elegante de Blanca Paloma, Unique propuso un desparrame no siempre dotado de sentido. Todas las quinielas apostaban que el cuarteto juvenil se quedaría fuera de la final y la profecía de Uribarri volvió a cumplirse. Su Mejores era una opción complicada, a medio de todo y, por lo tanto, también a caballo de nada. Lo adornaron con cabriolas circenses, coreografías sobreactuadas, besos entre los cantantes, cuero y punk de prêt-à-porter, humo y bengalas. No puede haber mejor prueba de que el tema por si solo no funcionaba.

Llegó entonces el momento de Tanxugueiras. El trío tenía ante sí un reto enorme. Nunca una propuesta sustentada en la música tradicional gallega había llegado tan lejos. Cumplir con las expectativas no bastaba. Había que revestir aquel momento de la grandeza que se les requería. Y lo hicieron. Abrumadoras desde el punto de vista conceptual, impactantes en su planteamiento estético e implacables es su desarrollo vocal y musical, Tanxugueiras también ratificaron las quinielas y su condición de favoritas. La combinación de elementos que aglutinó su propuesta, voluntaria y arriesgadamente alejada de los tópicos, abarcaba desde la reivindicación feminista y de la tradición hasta su necesaria contemporaneización. El rotundo empaque con el que la sirvieron no dejo opciones a cuestionar. A pesar de que las condiciones no eran las mejores. Tan solo tuvieron ocasión de realizar un único ensayo juntas. Lo que aún abre más expectativas de cara a su participación en la final del sábado.

La primera semifinal se cerró con Chanel, actriz, bailarina y cantante nacida en La Habana pero curtida artísticamente en España. Su propuesta musical se ciñó a los cánones de la música urbana con confluencias latinas pero, eso sí, con una puesta en escena arrolladora. Con un cuerpo de baile más que a la altura de las circunstancias que secundó el ímpetu desbordante con que Chanel expone SloMo, un temazo predestinada a quebrar caderas este verano pase lo que pase en Benidorm.

Completaron la gala de la primera semifinal las actuaciones de Salvador Sobral, que acabó pidiendo el voto para Tanxugueiras, y los asturianos Marlon, una propuesta que bien podría emparentar con aquellas preselecciones eurovisivas de antaño y que ayer dio la impresión de que quedaban, ojalá para siempre, superadas.

La contraposición entre la decisión de jurado, que dejó a Tanxugueiras fuera del primer cuarteto de finalistas del Benidorm Fest, y la del público, que las eligió como primera opción en el televoto y como segunda en el voto demoscópico, centró buena parte de la rueda de prensa posterior a la semifinal del certamen. «El jurado tiene sus criterios y hay que respetarlos. Son cinco personas y cada una tiene sus gustos. Igual si dentro de un año nos volviésemos a presentar habría cinco personas diferentes y el resultado sería también distinto», declararon las pandereteiras. Tanxugueiras aseguraron que no esperan que el jurado cambie sustancialmente su posición en la final del sábado. «Sabemos que es gente que tiene las ideas muy claras. Nosotras intentaremos afinar un poco más y a ellos le pedimos que abran un poquito las miras».

El trío de pandereteiras, que rompió a llorar nada más iniciarse la comparecencia, agradeció el apoyo del público y eligió la palabra «emocionante» como la que mejor representa su paso por el festival. «Estamos super emocionadas», confesaron. «Esto es un paso enorme. Por fin España está preparada para enviar a Eurovisión un proyecto inclusivo y que luche por las lenguas cooficiales».

Tanxugueiras agradeció también el gesto de Salvador Sobral que tras su actuación declaró su preferencia por ellas. «Somos ultramegafans de Salvador. Estamos a ver si lo encontramos y le damos las gracias porque lo admiramos muchísimo».