Entre los expertos en inmunidad, la administración de la tercera dosis cuatro semanas después de la infección ha sido objeto de debate. Algunos consideraban, como hace ahora la Comisión de Salud Pública, que la dosis de refuerzo no era necesaria en un período tan breve tras la infección. Otros apoyaban la tercera dosis porque, apuntaban, ayudaba a prevenir posibles contagios.
Por otro lado, este organismo ha decidido que los niños de entre 5 y 11 años que hayan pasado la enfermedad recibirán una sola dosis de la vacuna a partir de las ocho semanas tras el diagnóstico de la infección. Si la infección se diagnostica después de la primera dosis, se administrará la segunda dosis a partir de las ocho semanas tras el diagnóstico de la infección, manteniendo el intervalo de ocho semanas respecto a la primera dosis.