Las mayores amenazas se encuentran en los clorofluorocarbonos o gases CFC, que son compuestos químicos pertenecientes a la familia de los hidrocarburos saturados y los grandes responsables de la destrucción de la capa de ozono. Pero estos no son los más comunes, sino que las sustancias tóxicas y más extendidas son los PCB o bifenilos policlorados, químicos de larga duración y muy perniciosos sobre la salud.
En su mayoría, las causas de la contaminación química son de fuente humana. Existen también materiales químicos arrojados desde el subsuelo por los volcanes y géiseres, pero estos eventos son más infrecuentes y a menudo le dan a la naturaleza el tiempo necesario para recuperarse del daño ecológico. Ante esta situación preocupante, los investigadores de la SRC han reclamado a los gobernantes el impulso y la importancia de la economía circular para fijar un límite en la producción y liberación de productos químicos.