El cuadro desencadenó en un fallo multiorgánico que, de superarlo, puede dejarle distintas secuelas.
Las mujeres embarazadas son uno de los colectivos más vulnerables a la infección por SARS-CoV-2. El coronavirus no solo les supone un riesgo más elevado que para cualquier otra persona de ser hospitalizadas o ingresar en uci, sino que también supone un grave peligro para sus bebés, tanto porque las posibilidades de partos prematuros son mayores o porque existe una mayor probabilidad de perder el bebé, según han revelado distintos estudios. De ahí que los especialistas incidan encarecidamente en la necesidad de vacunar a las mujeres gestantes.
En la ciudad andaluza, según informa el diario Málaga Hoy, no ha sido el primer caso de una mujer embarazada que tuvo que ser ingresada en uci y cuyo bebé tuvo que ser salvado mediante una cesárea. Algo parecido ocurrió en marzo del 2020 con una chica que estaba de 23 semanas de gestación. Tras empeorar de su estado se le practicó una cesárea. Su hijo pudo salvarse y ella también, aunque lo pasó mal en la unidad de críticos.