«El contagio del virus SARS CoV2 se produce por aerosoles al respirar siendo mayor al realizar actividades como fumar o vapear. En espacios de fumadores o vapeadores los coronavirus con diámetros de 0,1 micras pueden unirse a partículas del humo del tabaco más grandes, pudiendo estos aerosoles cargados de partículas víricas alcanzar distancias de 8 metros», recalcan.
«Por tanto -resume la sociedad médica-, el humo exhalado del tabaco convencional y de dispositivos electrónicos representa un excelente vehículo para la transmisión de las partículas del virus entre personas».
Por otro lado, fumadores y no fumadores quedan en las terrazas durante más tiempo desprovistas de mascarillas, siendo el riesgo de transmisión mayor, concluye la SEPAR, que insiste en la necesidad «irrenunciable» de que la reforma de la Ley Antitabaco amplíe la prohibición de fumar a espacios públicos abiertos como las terrazas.