«Aunque el precio fijado va a conllevar a que la mayoría de las farmacias dispense en este momento los test por debajo del precio de adquisición, los farmacéuticos siempre hemos puesto por delante la salud de nuestros pacientes. Asumimos el precio fijado por responsabilidad y por la vocación sanitaria y de servicio que nos ha guiado siempre y que hemos demostrado de forma muy contundente en estos dos años de pandemia», manifestó su presidente, Jesús Aguilar.
Por su parte, el Consejo General de Enfermería (CGE) ha mostrado su disconformidad con los precios fijados porque consideran que es «elevado si se compara con los países vecinos». «Entendemos que no ha sido una medida suficiente. Hay que recordar que los países que tenemos en nuestro entorno muy cercano a nivel europeo ese precio es todavía mucho más bajo. Creemos que para nuestra población, incluso por nuestro producto interior bruto, nuestro nivel adquisitivo si comparamos los sueldos que hay en España con los que hay en estos otros países, todavía se hace caro ese precio en torno a casi los 3 euros aquí en España va a seguir dificultando el acceso a determinadas personas a estos tipos de test de autodiagnóstico», declaró la organización en un comunicado.
Igualmente, FACUA-Consumidores en Acción calificó de «absolutamente desproporcionado» el precio máximo de 2,94 euros. «El precio máximo que va a establecer el Ejecutivo es incluso superior al que se aplica en los test de antígenos que se comercializan en establecimientos de otros Estados miembros de la Unión Europea. La decisión del Gobierno no hace más que poner como tope un importe similar al que se comercializaban los test en las farmacias antes de que estallase la sexta ola como consecuencia de la variante ómicron», señalan al respecto.
«Las farmacias tendrán un período de adaptación en el que habrá pérdidas económicas»
Ese sábado arrancó la venta de pruebas de autodiagnóstico a 2,94 euros
A partir de este sábado, las farmacias ya venden pruebas de autodiagnóstico a 2,94 euros como mucho, tope fijado por la Comisión Interministerial de Precios de los Medicamentos (CIPM). «Desde el colegio oficial diríamos que la medida es comprensible en el sentido de que se establece un precio. Lo cierto es que es bajo y que esto supondrá a las farmacias un período de adaptación en el que habrá pérdidas económicas. En cuanto se establezca el suministro normalizado a precio, volveremos a la normalidad», afirmaba este sábado Santiago Leyes Vence, presidente de los farmacéuticos de Ourense.
Aún así, añade que los profesionales celebran la medida al ser por el bien de los usuarios: «Se fijan unos precios que en esta pasadas fechas se habían escapado». Para Leyes Vence es complicado cuantificar las pérdidas que tendrán los farmacéuticos porque cada uno es independiente y tiene sus procesos de compra. Sobre la respuesta de los usuarios tras conocerse la rebaja en los precios explica: «Esta parte final, desde que se notificó, quien los ha necesitado no ha dejado de comprarlos, pero es verdad que el que solo quería tener alguno en casa, por si acaso, ha esperado. Es razonable. Pero no ha sido algo extraordinario».
Recuerda que es una medida para cribar los presuntos casos positivos: «Tenemos que aclarar que las pruebas oficiales a nivel internacional son las PCR y el test de antígenos de laboratorio. Estos son autotest. Para Galicia, el ocio nocturno y hostelería se pueden hacer en farmacia con el comunicado que emitimos aquí. Pero cada país establece normas. Por ejemplo, este comunicado de farmacia sirve para el viaje terrestre en Portugal, pero no para ir en avión». Subraya que todavía existen muchas dudas por parte de la población en este aspecto.
Los usuarios ourensanos aplauden la medida que creen que ha llegado tarde. La ourensana Cristina Tejada, de 33 años, afirma:«Creo que es una decisión que ha tardado mucho tiempo. Lo mismo pasó con las mascarillas. Yo llegué a pagar por una FFP2 a principio de la pandemia a 7 euros y ahora las compras a menos de 50 céntimos. En la situación en la que nos encontramos, todo el mundo tiene que poder tener medios para hacerse estas pruebas, que se piden para todo».
«La medida llega tarde, siempre vamos a remolque»
Los farmacéuticos ven positiva la rebaja, aunque señalan que en algunos casos está habiendo pérdidas, ya que algunos aún tienen pruebas que compraron más caras en Navidad
B. ANTÓN
Una de cal y otra de arena. Eso es lo que ha traído consigo para muchos profesionales de las farmacias de Ferrolterra, Eume y Ortegal la entrada en vigor del nuevo precio de los test de antígenos, que el Gobierno ha establecido en 2,94 euros. «En mi opinión, el precio se ha ajustado demasiado, sobre todo teniendo en cuenta que muchas farmacias todavía tienen en stock test que compraron a distribuidores por mucho más dinero en Navidad, lo que ahora se está traduciendo en pérdidas», opina la farmacéutica María Adrio, responsable de la botica que lleva su nombre en la calle Real. «Pero por otra parte —añade esta profesional—, la regulación del precio era una medida necesaria para facilitar el acceso de la población a estas pruebas, y además, el Gobierno ha decidido mantener la limitación de su venta a las farmacias y no extenderla a los supermercados, algo muy importante para nosotros, ya que somos sanitarios que no nos limitamos a vender, sino que también asesoramos e informamos sobre el uso de los test».
En su caso particular, la entrada en vigor del nuevo precio se ha traducido en unas pérdidas de unos 90 euros: «Todavía me quedaban en stock 50 test que había comprado hace días por 4,80 euros y que ahora he vendido por 2,94. Es decir, por cada test he perdido 1,86 euros. No es mucho, pero seguramente habrá compañeros que hicieron pedidos mucho más grandes y lo estarán notando más».
En la farmacia de Telmo del Río también están registrando «pérdidas» por ese mismo motivo. «La medida nos parece bien, pero pensamos que el Gobierno debería haber dejado algo más de margen para que nos diese tiempo a vender los test que compramos a precios más caros cuando la demanda se disparó», opinan un empleado de esta botica.
Según apuntan desde otro despacho de la calle Real, los precios de los proveedores en las fiestas se dispararon en algunos casos de forma desorbitada: «Nosotros los llegamos a comprar por 6 o incluso 7 euros y los vendíamos a 7, 50. Nadie se hizo millonario». Ahora, según apuntan desde distintos despachos, los almacenes les están vendiendo los test de antígenos a 2,30 o 2 euros la unidad, por lo que el beneficio que se lleva la farmacia oscila entre los 64 y los 94 céntimos.
Carro delante de los bueyes
¿Y qué opinan los consumidores de la bajada del precio? Antes de la entrada en vigor de la medida, en las boticas de la zona los test se podían adquirir por 5 o 6 euros, así que todo el mundo aplaude la medida, aunque hay quien opinan que todavía deberían ser más baratos y muchos coinciden en que el Gobierno tendría haber regulado mucho antes el precio de las pruebas. «Lo tenían que haber hecho antes de Navidad, cuando la demanda se disparó. La medida llega tarde, pero en este país siempre vamos a remolque y ponemos el carro antes que los bueyes», coincide con los consumidores la adjunta de una farmacia del barrio de A Magdalena.
Algunas boticas ya aplicaron la nueva tarifa antes de su entrada en vigor
Algunos despachos no esperaron hasta ayer para vender los test a 2,94 euros. Es el caso, por ejemplo, de la farmacia de la avenida de Esteiro, que ya el pasado jueves, coincidiendo con el anuncio de Pedro Sánchez, empezó a despachar las pruebas con esa tarifa. «Nosotros tuvimos la suerte de que los que teníamos ese día en la farmacia los habíamos adquirido a buen precio y pudimos asumir la rebaja», advierte la titular Noa Rey. En la zona también hubo más boticas que no están teniendo pérdidas, al haber despachado ya todas las pruebas que compraron más caras.