La presión del covid en primaria lleva a los médicos a atender a más de 50 pacientes al día

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SOCIEDAD

M.MORALEJO

El coronavirus acapara al menos la mitad de las consultas de los centros de salud, llegando al 70 % en algunos casos

09 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

La sexta ola es, de momento, una onda que ha chocado de lleno contra la atención primaria. Con más de 62.000 gallegos pasando el covid en sus domicilios, los médicos de familia han visto como los centros de salud, ya sobrecargados, se desbordan. A excepción de las zonas rurales, en donde la ratio de pacientes por facultativo es más baja, los profesionales están viendo de media más de cincuenta enfermos al día, y más de la mitad tienen relación con el coronavirus.

Sergio Cinza, médico en Porto do Son y vocal de la sociedad científica Semergen, hace un conciso resumen de la situación: «En mi centro las agendas están por encima de los 55 pacientes, yo pasé de 60 esta semana. Ahora mismo el 70 u 80 % de las consultas las ha monopolizado el covid. Al estar en una zona costera recuerdo veranos con bastante carga, pero pasar de 60 pacientes muy pocas veces». Cada enfermo covid precisa al menos dos consultas, el primer día y el séptimo, por muy bien que se encuentre. Eso sí, algo en lo que coinciden los facultativos es en que la sintomatología está siendo leve, «en algunos casos fueron a hacerse un test y ni siquiera tenían síntomas. Lo que ha cambiado ahora es que si cae un miembro de la familia caen todos». Quedan, avisa Cinza, todavía unos días muy complicados, «la previsión es igual o peor, cuando se retome la actividad habitual y la gente deje de reunirse irá bajando, pero esto es un día a día y tenemos que pensar que va a durar».

En la capital gallega, Jesús Sueiro, del ambulatorio Concepción Arenal, atendió el viernes 31 de diciembre a 70 pacientes. Los usuarios ya aguardan en torno a cuatro o cinco días para una consulta y el covid, calcula, copa en su agenda entre el 60 o el 70 % de las citas, «el cien por cien muy leves». Para este profesional, miembro de Agamfec, otra de las sociedades científicas de primaria, reducir la atención de los centros de salud a urgencias y covid, como ha ocurrido en 14 de Vigo, «es un auténtico disparate». Porque precisamente los pacientes de coronavirus actualmente apenas revisten gravedad y en la mayoría de los casos se trata de consultas burocráticas de altas y bajas, «esto impide la entrada de otros pacientes más serios que ya están teniendo un difícil acceso al sistema».

Coincide con él la vicesecretaria del colegio de médicos de Ourense y especialista en familia, Margarita Arandía, «hay mucha patología que no es covid, el coronavirus que estamos viendo ahora es patología banal, por lo que el 99 % de las consultas consisten en dar explicaciones y hacer trámites», subraya. De hecho, estas gestiones podrían asumirse por parte de otros profesionales y centrar por lo tanto la atención médica en temas más clínicos. Esta facultativa afirma que ven en torno a 50 pacientes al día, pero el problema -anterior ya a la pandemia- es la escasa capacidad de gestionarse por la llegada de casos sin cita previa, «llegas a la consulta con 37 en agenda pero nunca es real, se van acumulando pacientes y al final acabas con 50».

Las medidas de la Xunta, de profesionales jubilados a limitar consultas no urgentes

Ni la Consellería de Sanidade niega la sobrecarga de los profesionales de primaria. El titular de este departamento, Julio García Comesaña, insistió el viernes en el agradecimiento a los trabajadores de este nivel asistencial, «de novo a atención primaria está respondendo como sempre e asumindo cargas de traballo altas». Son tareas administrativas muchas veces, ya que el covid suele presentar sintomatología leve en esta ola, «pero iso non quita que a carga de traballo que teña o centro de saúde sexa moi grande», aseguró Comesaña.

Para tratar de paliar este aumento de la actividad, que durante semanas se agravó con la ausencia de sanitarios por permisos o bajas, la Xunta ha habilitado varias medidas. Una de ellas es la incorporación de facultativos jubilados para encargarse de las llamadas a los nuevos positivos y otras tareas. Han dicho que sí 86 y 27 empezaron esta semana.

Además, en algunos centros de salud -14 en el área de Vigo- se ordenó atender solo urgencias y covid, ya que faltaban al menos el 50 % de los facultativos. La mayoría de estos ambulatorios han ignorado la petición porque las consultas estaban solicitadas y no tenían capacidad para descitar a los pacientes. En otros simplemente se negaron por convicción de que no se puede dejar de atender pacientes. La Xunta asegura que es una medida que no se extendió a otras áreas. En la de Santiago y Barbanza, por ejemplo, el responsable de atención primaria, Felipe Calle, explica que los jefes de los centros de salud tienen autorización para gestionar «segundo a situación que vexan no seu centro, os asistenciais son os que mellor coñecen aos seus pacientes e os xefes de servizo o seu centro». Así, si en algún ambulatorio falta un porcentaje considerable de médicos «ao mellor pode aprazarse un pouco unha analítica de control semestral», aclara Calle.

A estas medidas se suma la incorporación de médicos sin especialidad. Está previsto que este lunes salga en el DOG la convocatoria para abrir una lista y que se inscriban en ella los facultativos que cumplan los requisitos. Sus tareas serán similares a las de los médicos jubilados, aunque no podrán hacer labores asistenciales al no tener la especialidad: gestionarán bajas y harán trámites que permitan reducir la carga burocrática de los médicos del centro de salud.

La falta de profesionales de primaria es previa a la pandemia y ya antes había problemas en momentos puntuales para conseguir una cita en el centro de salud. Con la sobrecarga actual esta dificultad aumenta, aunque dependiendo mucho del lugar e incluso del médico. Por ejemplo, en O Milladoiro (Ames), este viernes ya no era posible encontrar un hueco la semana que viene.

Demoras de hasta doce días

En A Coruña las demoras son generalizadas y en algunos puntos este miércoles no podía marcarse una cita hasta dentro de 12 días, el 17 de enero. Es el caso, entre otros, de algunos cupos del Castrillón y de O Temple, en Cambre. Aunque la tardanza media es muy dispar e incluso dentro de un mismo ambulatorio varía en función del médico asignado, usuarios del Ventorrillo no lograron hueco para ser vistos hasta el 14 de enero, al igual que pacientes de la Casa del Mar.

En Ourense, sin embargo, esta demora media baja a entre tres y cuatro días de máximo. Aún así se aprovechará la posibilidad de repescar a jubilados. La semana próxima se incorporan seis médicos de salud y dos pediatras, que comenzarán con una agenda de 35 pacientes.

Una de las consecuencias de las listas de espera en primaria es que el usuario acaba yendo al centro de salud, provocando las llamadas citas sobrevenidas, no programadas y que para los profesionales son uno de los principales problemas de este nivel asistencial, «los responsables entienden bien que un cardiólogo o un oftalmólogo tenga una agenda con límites. Porque eso es calidad. Pero la calidad de la primaria no les importa», explica un médico de familia.

Información elaborada con la aportación de Ángel Paniagua, R. Domínguez y Fina Ulloa. 

Los problemas con el teléfono del coronavirus hacen que los usuarios llamen a su centro

Un problema que están encontrando los positivos o las personas que tienen dudas sobre el covid es la dificultad para contactar con el número de teléfono establecido específicamente por el Sergas. De hecho desde el viernes se ha habilitado un formulario web que pueden cubrir los positivos y que evita comunicarlo en este número. Lo que ocurre es que muchos pacientes vuelven a llamar al centro de salud al no poder contactar con el 881 dispuesto por la Consellería, colapsando de nuevo la atención telefónica de los ambulatorios, «eu mesmo o intentei e nada -indica Daniel de Bernardo, médico en Bandeira-, volven a chamar porque non contactan, ou fano pero danlles unhas indicacións algo estrañas». Este facultativo se considera afortunado, ya que al atender en un medio rural la demanda es menor que en zonas urbanas. Aún así, si hace unas semanas tenía una media de treinta pacientes al día, «esta semana estiven en torno aos corenta, aumentou moito, pero eu partía de cifras moito máis baixas».

La Confederación Estatal de Sindicatos Médicos en Galicia lamenta que las decisiones adoptadas en los últimos meses hayan creado confusión entre pacientes y facultativos «que dudan sobre el modo de actuación ante la incesante sucesión de pautas y protocolos». La CESM insiste en una primaria «totalmente desbordada», con jornadas de hasta 190 pacientes en algunos PAC «y una descoordinación entre rastreadores y centros de salud escandalosa».

También la Asociación Galega para a Defensa da Sanidade Pública lamenta la situación de la primaria y que se limite en algunas consultas el acceso a pacientes no covid, «un perigo para a saúde destas persoas enfermas».