Comunidades que baten récords de contagios bajan los ingresos en las ucis

Juan Ventura Lado Alvela
j. v. lado REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Cribado en la Región de Murcia que ha batido su récord de contagios
Cribado en la Región de Murcia que ha batido su récord de contagios Juan Carlos Caval

Los hospitales y las ucis gallegas tienen el menor porcentaje de ocupación de toda España

07 ene 2022 . Actualizado a las 05:00 h.

De las diez comunidades que actualizaron ayer sus cifras epidemiológicas —el resto no publican datos los festivos y, por tanto, tampoco el Ministerio de Sanidad— al menos tres: Baleares, Murcia y Cantabria volvieron a marcar su récord absoluto de contagios diarios de toda la pandemia. Y el resto anduvieron todas bastante cerca.

Esta foto fija de una sola jornada tiene poco valor estadístico y mucho menos en fechas como estas, trufadas de festivos, en las que las cifras son especialmente volátiles. Pero deja tres cosas claras: que a la sexta ola todavía no se le ve el pico con cierta claridad, que las comunidades que más se anticiparon en la vacunación de sus mayores son las que mejor resisten y que, de no ser por estas vacunas, España estaría enfrentando ahora mismo una emergencia sanitaria desconocida en toda la historia con muchísimos cientos, probablemente miles, de fallecidos diarios.

Los especialistas de la Sociedad Española de Epidemiología y de otras organizaciones médicas sitúan ese ansiado pico entre mediados y finales de este mes de enero. Ninguno lo aventura en menos de diez días y todos hablan con la máxima cautela. Únicamente la Comunidad de Madrid lo ve «muy próximo», pero también lo veía la semana pasada y a lo único que ha llegado de momento es a tener la tasa de ocupación hospitalaria más alta del país.

Respecto a ese efecto de la premura en la vacunación salta a la vista que Galicia y Extremadura —también en menor medida Asturias y Castilla-La Mancha—, que durante meses han estado al frente de las tablas de vacunación, son ahora las que menores porcentajes de ocupación hospitalaria tienen a pesar del envejecimiento de su población.

Pero si algo se puede ver con claridad es cómo esas vacunas están evitando muertes y un colapso sanitario todavía mayor. El 30 de marzo del 2020 —con lo que se sabe ahora ya con datos consolidados— murieron en España 913 personas contagiadas con el SARS-CoV-2, mientras que en toda esta última semana los fallecimientos fueron 353. El 24 de marzo del mismo año, en lo peor de la primera embestida del covid, ingresaron en las unidades de cuidados intensivos 511 personas y este martes, fecha de los últimos datos conjuntos de todo el país, fueron 22. Todo eso sin tener en cuenta que entonces —aunque ni de lejos se detectaba todo lo que había—, se rondaban los 10.000 casos diarios, y el último informe de Sanidad refleja 137.180.

No hace falta, por tanto, mucha imaginación para entender la catástrofe que estaría asolando ahora el país si hubiese que multiplicar por más de diez aquellas cifras de hospitalizados y de defunciones.

Sin embargo, si algo está enseñando esta sexta ola es que, con la irrupción de la variante ómicron, las principales referencias para entender la evolución de la pandemia sirven de muy poco, o de nada.

Andalucía, que por población y porque está todavía en una situación bastante mejor que la media es la comunidad con más margen de crecimiento, sumó en las últimas 24 horas 12.341 contagios y también incrementó su presión hospitalaria, pero con seis enfermos más en ucis. Seis pacientes en una población de casi 8,5 millones de habitantes.

Aragón ha sido de las comunidades más castigadas en prácticamente todas las olas y todavía ahora tiene una incidencia superior a la del conjunto del país. En esta última jornada notificó 7.476 casos y una persona fallecida.

Cantabria, con ese nuevo récord de más de 2.000 positivos, ve como la cifra de enfermos críticos no varía y sigue en 26. Y Baleares, también con récord de más de 4.000 contagios, no ha registrado fallecimientos en las últimas 24 horas.

Pero hay casos todavía más llamativos, como el de Cataluña, que, aunque tiene una de las situaciones hospitalarias más complicadas, con más de 31.000 nuevos infectados, ha reducido en uno el número de pacientes críticos.

Algunos son incluso difíciles de explicar, como el del País Vasco, que después de cuatro días sumando más de un centenar de hospitalizados por jornada y con casi 90.000 contagiados en una semana tiene en las ucis diez pacientes menos que el lunes.

Incluso Navarra, que ha batido todos los registros con una incidencia desconocida en España y en buena parte del mundo, sigue día tras día por encima de los 3.000 casos y se mantiene con una veintena de personas en las ucis (21 había ayer).

Menos ingresados respecto al número de contagiados

Todas estas cifras son las que, según la microbióloga Margarita Poza, coordinadora del proyecto CovidBens, hay que hacerles ver a las personas que todavía no se han vacunado. «El número de ingresados respecto al número de infectados decae muchísimo si se compara con cualquiera de las olas anteriores. Nos están salvando las vacunas, porque de lo contrario estaríamos desbordados. Eso es así», afirma la investigadora, que con los datos en la mano no se atreve a aventurar cuando se llegará en Galicia —y particularmente en A Coruña y su área metropolitana que es lo que estudia directamente— al pico de esta sexta ola. «Pudiera ser que el descenso esté cerca, pero no tenemos indicios de que esto vaya a menos», afirma Poza, que incide en que, tanto sus análisis de la carga viral en las aguas residuales como los datos sanitarios que les facilita el Sergas, aunque miden cosas distintas, marcan una misma tendencia al alza, a la que todavía no se le ve el fin.

«No tenemos indicios de que esto vaya a menos»

En cuanto a la prevalencia de la variante ómicron, la microbióloga quiere esperar a que pasen los festivos y se normalicen las rutinas de la población porque los datos obtenidos la semana pasada, aunque los han comprobado, no indican lo esperado y «son difíciles de interpretar» probablemente por la gran movilidad de personas en estas fechas. Estas cifras indican un 60 % de presencia de ómicron y un 40 % de delta en el Concello de A Coruña.