También se habló del visón. «Son animales muy receptivos», reflexiona. Señala una experiencia en una granja de Teruel en la que tuvieron que sacrificar 90.000 ejemplares contagiados del virus. «Se propagó excesivamente rápido», recuerda el experto. Así que termina por concluir que no lo descartaría. Pero lo mismo tendría que decir entonces de los gatos y de los hurones, que también han demostrado ser muy sensibles al virus.
En todo caso, Badiola cree que la clave está en los animales silvestres. Y puede que precisamente las granjas de especies exóticas sean el eslabón perdido que explique el origen de la pandemia. En estos espacios conviven, pocas veces en buenas condiciones, muchos animales que luego se venden en mercados como el de Wuhan, origen del coronavirus en el 2019. «De hecho, las autoridades chinas prohibieron recientemente la caza y el comercio de estos animales», recuerda el especialista. Este catedrático es contundente: «Si sabemos que el SARS fue transmitido por la civeta y el MERS (síndrome respiratorio de oriente medio) por el dromedario, no entiendo por qué no se ha dado respuesta al origen del SARS-CoV-2».