—¿Ha obtenido resultados?
—Desarrollé herramientas que hoy están usando colegas de Stanford para tratar de encontrar las neuronas que provocan la epilepsia. Yo ya he abandonado esa línea.
—¿Y ahora qué investiga?
—Estoy creando cromosomas artificiales y genomas sintéticos. Es decir, quiero reproducir artificialmente los códigos de la vida.
—¿Y encontrar la respuesta a la gran pregunta sobre cómo surgió en nuestro planeta?
—Sí, queremos saber cuáles son los componentes mínimos y fundamentales para que una célula sencilla sea capaz de desarrollarse de una manera viable.
—¿Entiendo que se puede aplicar a ámbitos como la astrobiología?
—Efectivamente se puede usar en la búsqueda de vida fuera de la Tierra y también para aplicaciones biotecnológicas.
—¿Cómo cuáles?
—Pues para mejorar la bioproducción de determinadas moléculas que se pueden utilizar después para diseñar fármacos.
—¿Cómo se haría eso?
—Por ejemplo, podemos diseñar células que capten o digieran mejor ciertos residuos tóxicos o hacerlas más resistentes cambiando sus condiciones metabólicas. Es decir, podemos reescribir su código genético para que se adapten a unas determinadas condiciones.
Solo el 10 % de los científicos que abandonan Galicia regresan a la comunidad para continuar su carrera
En la reunión de jóvenes investigadores se concederá además el Premio al Trabajo con Mayor Impacto Social al biólogo José Ángel Nicolás Ávila por un estudio en el que ha descrito la presencia de una población abundante de células inmunitarias en el corazón que contribuye a mantener la salud y el buen funcionamiento de los cardiomiocitos.
La bióloga Cintia Folgueira Cobos ha obtenido el Premio Mejor Trayectoria Científica Joven. Cobos participa en una línea de investigación centrada en la importancia de las quinasas de estrés en el cerebro y su comunicación con otros órganos como el músculo con un enfoque terapéutico para la obesidad y los trastornos metabólicos actuales.
Además, habrán menciones especiales a las ingenieras e informáticas de la UDC Susana Ladra y Verónica Bolón por su compromiso con el fomento de la vocación científico-tecnológica entre las niñas. En la categoría de Women CEO se reconocerá a Amparo Alonso Catedrática en el área de Ciencias de la Computación e Inteligencia Artificial de la UDC. La mención en talento joven ha sido para la informática Ana Freire que utiliza Inteligencia Artificial para estudiar en redes sociales problemas mentales como las tendencias suicidas o los trastornos de la conducta alimentaria.
Se reconocerá por último a Juan Vallejo del Instituto de Investigación Biomédica de A Coruña (INIBIC) y demás miembros Comité Empresa Fundaciones Biomédicas. La mención quiere reconocer el esfuerzo y mérito de las tres fundaciones de investigación biomédica gallegas (Fundación Profesor Novoa Santos, Fundación del Instituto de Investigación Sanitaria de Santiago de Compostela y la Fundación Biomédica Galicia Sur) en la reciente consecución del primer convenio colectivo laboral para sus trabajadores.
María Mayán, directora del Grupo CellCOM del INIBIC y responsable del evento ofrece un diagnóstico diferente sobre el estado de la ciencia en Galicia. «Ahora mismo se encuentra en la UCI. No tenemos ningún plan para captar talento científico y los jefes de grupo de investigación tienen unos 60 años. No hay manera de realizar una transición que nos asegure un buen futuro para la ciencia gallega. Y solo el 10 % de los investigadores que se van al extranjero pueden regresar a la comunidad para seguir trabajando. Es un drama», lamenta.