Asistencia masiva de los niños en los vacunódromos gallegos: el 85 % de los menores de 11 años se inmunizaron en Ourense y Pontevedra
SOCIEDAD
La próxima remesa de dosis infantiles llegará el día 3 de enero, según ha adelantado la consejera de Castilla y León
16 dic 2021 . Actualizado a las 13:21 h.Entre globos, dibujos animados, enfermeras con batas de colores, algún obsequio y mucha determinación, miles de niños gallegos (había 12.000 citados) y sus familias dieron ayer un ejemplo de responsabilidad al acudir en masa a la primera jornada de la vacunación infantil contra el covid.
En la provincia de Ourense acudieron a su cita con la vacuna 1.020 de los 1.150 convocados en Expourense y 106 de los 140 llamados en O Barco. En Verín, donde estaban citados 120, no se facilitaron datos. En la de Pontevedra, está previsto que lleguen 1.344 diarios (ayer, hoy, mañana y sábado). En la primera jornada, se vacunaron 1.156. Y en el área sanitaria de Vigo, ayer acudieron 2.900 de los 3.400 citados. Es decir, en las dos provincias donde se dispone de información, la respuesta media se situó por encima del 85 %.
Ya por la mañana recibieron sus dosis en los hospitales los que tienen algún problema de inmunosupresión y, a partir de las 15.00 horas en A Coruña y de las 15.30 en el resto, los de 11 años (están también convocados esta semana los de 10 y más o menos la mitad de los de 9) empezaron a desfilar por los centros habilitados en las siete áreas sanitarias de la comunidad.
Antes de abrir ya se veían colas y apenas 20 minutos después de iniciada la jornada de la tarde salían los primeros luciendo la pulsera, algunos ya atada a la muñeca, con el lema «Eu vacínome» y la bolsa de mascarillas infantiles que les regalaron.
En el caso de Pontevedra la espera reglamentaria de 15 minutos después del pinchazo, para descartar cualquier reacción adversa significativa, la hicieron viendo dibujos animados en una pantalla gigante. Y en general todos los profesionales sanitarios se volcaron para hacer los espacios más acogedores y darle una cierta ambientación infantil. Las enfermeras de Vigo decoraron incluso los cubos con las jeringuillas.
En Santiago estaban citados hoy para vacunarse del covid 20 escolares por la mañana en el Hospital Clínico y 2.026 por la tarde en la Cidade da Cultura. En esta primera jornada se convocaron a quienes nacieron a partir del 26 de junio del 2012.
En el Clínico se vacuna a menores grandes dependientes e inmunodeprimidos. Victoria Carral, directora de enfermería y coordinadora de vacunas del área sanitaria, explica que como el CHUS es centro de referencia en Galicia para varias patologías pediátricas, desde el martes se llama a las familias para darles opción a que se vacunen en las áreas sanitarias donde residen o que vengan al hospital compostelano, donde conocen a sus oncólogos, hepatólogos y otros especialistas, por si eso les da más confianza y creen que eso facilitará la vacunación; hubo respuestas dispares y «uns dixeron que sí, outros que non», afirma.
Carral explica que los efectos secundarios que se esperan son tos, fiebre o molestias de estómago, leves; y si van a más recomienda que se consulte al pediatra para que les prescriba tratamiento; pero no esperan grandes problemas, por la experiencia con escolares mayores de 12 años ya vacunados entre quienes «non nos constan grandes reaccións», manifestó.
En la Cidade da Cultura, solo se vacunará hoy, mañana, el viernes y el sábado por la tarde a escolares de las comarcas más próximas a Santiago y de las pontevedresas de Deza y Tabeirós, que también pertenecen al área sanitaria (la comarca de Ribeira se atenderá en el Hospital da Barbanza).
En la Cidade da Cultura, las primeras horas de la tarde transcurrieron en un ambiente distendido. A los menores y a sus acompañantes les recibía la mascota Celi, del centro comercial As Cancelas, y se les distribuía el libro Celi no Camiño de Santiago.
Entre quienes primero se vacunaron estuvieron los hermanos Neus y Diego Urbina Estrada, del colegio Xesús Golmar de Lalín, de 10 y 11 años. Diego manifestaba que «tenía miedo de que fuese más dolorosa la vacuna, pero no fue tanto».
«No sentí el pinchazo, fue un segundo nada más»
En el área de A Coruña y Cee la vacunación infantil arrancó con las mejores energías. Los padres e hijos formaron largas colas fuera del recinto ferial de Expocoruña que fue decorado con motivos navideños para darle la bienvenida a las familias. «No sentí el pinchazo, fue un segundo nada más. Estaba nervioso porque era la primera vez pero me encontré con unos amigos de fútbol y todo estuvo bien», así vivió la experiencia Iker Obeso Rodal, uno de los casi 3.000 niños de entre 9 y 11 años que inauguraron la jornada de inoculación ayer.
El pequeño también aprovechó la ocasión para pasar un momento con su colega Mario González, quien coincidió compañero en la rapidez de los enfermeros al vacunar. «Ni te enteras, ahora me siento mucho más tranquilo con la primera dosis», afirmó. El par de amigos invitan a los niños de participar en la inoculación. «Le diría a quienes tienen miedo o están nerviosos que no pasa nada, que te la ponen y ya está», dijo Iker.
«Me gustaría que todo el colegio lo hiciera»
Uxía Gorrita Rodríguez, tiene 11 años y estudia en el Colegio Mariano, de Vigo. Al llegar al instituto ferial de Vigo (Ifevi), donde ayer estaban citados 3.500 niños, se ha encontrado con varios compañeros del centro. «En el cole ya comentaban que iban a venir, hoy estuvimos hablando de la vacuna en clase», dice. No ha escuchado a nadie decir que no quiere pasar por este trance y aunque ya no se acuerda de la última vacuna que le pusieron, no le da miedo el pinchazo. Siguiendo los consejos de su madre Patri, que es sanitaria y la acompaña, se ha tomado antes medio paracetamol. «Está nerviosa, es lógico, es una cosa nueva», dice su progenitora, aunque la niña no asiente el comentario.
Uxía cree que si alguien no quiere vacunarse será por miedo a la jeringuilla. «Me gustaría que todo el colegio lo hiciera, así no habría clases confinadas. A los que no quieren yo les diría que pueden pillar el covid, tienen más posibilidades, mi madre lo ve y lo sabe porque trabaja en un hospital.
Tras apenas 15 minutos de espera y otros tantos que tuvo que permanecer en el recinto por seguridad ante una reacción, Uxía y su madre salen del Ifevi satisfechas por el deber cumplido. «Está decorado con globos en cada puesto, un muñeco de nieve, Chupa Chups... No me dolió, lo único que la enfermera que me vacunó no debía de ver bien porque me puso el algodón donde no estaba el pinchazo. No vi a ningún niño quejarse».
El voluntariado de la asociación Vodea permanecía alerta por si era necesario echar una mano.
La alegría fue la gran protagonista en Ourense. Eran muy pocos los niños escépticos con el pinchazo, pero hasta a esos fue capaz de convencer el entusiasmo de los sanitarios del Sergas que de forma voluntaria hicieron de superhéroes este miércoles para animarles en el primer día de vacunación. Algunos entraban con nervios y un poco miedosos, aunque la mayoría lo hacían bien sonrientes. «Estaba nerviosa pero tenía muchas ganas de vacunarme, quería que llegase este día de una vez», afirmaba Valeria Turnes, de once años. La acompañó su madre, Patricia de Vega, quien también estaba deseando la cita: «Pienso que esta es la solución a la pandemia y estamos muy contentos de que le llegue el turno a nuestra hija». Ella es profesora y contaba que notó entusiasmo y emoción entre sus alumnos. «Hoy estaban nerviosos pero con muchas ganas. Al final ellos saben que este es el inicio de un cambio a mejor y la verdad es que lo han montado increíble. Hasta las enfermeras llevan gorritos navideños para conseguir que se relajen. Estamos muy agradecidas», terminaba la ourensana.
Lara y Noa Sixto, que tienen once años (cumplirán doce el 14 de febrero). Son de Vilanova y acudieron a vacunarse al Hospital do Salnés, más nerviosas que asustadas y confiadas en que no tendrán ninguno de los síntomas que les dijeron las enfermeras. Ya acostumbradas a las mascarillas en su día a día dicen que nos les importa llevarlas. Algo que corrobora su madre Nanci, que asegura que más de una vez les ha tenido que decir que en casa, con la gente con la que conviven, no tienen por qué llevarlas puestas, pero que se les olvida. Solo les molesta cuando juegan al fútbol, y precisamente por eso, se alegran de vacunarse, para librarse de ellas en el terreno de juego.
Aunque todavía quedan muchas dosis que administrar de aquí al fin de semana, no son suficientes para cubrir todo el grupo de 5 a 11 años, que es el que está indicado en esta fase de la vacunación. Sin embargo, según adelantó esta mañana la consejera de Sanidad de Castilla y León, Verónica Casado, la siguiente remesa llegará el próximo día 3 de enero y si se mantiene ese suministro todos los niños quedarían cubiertos antes de acabe el mes.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, ha aconsejado este miércoles la vacunación infantil para «no desperdiciar la oportunidad» de proteger a los niños y, de esta forma, a profesores, padres y abuelos.
«Es algo que llevamos esperando hace meses», ha dicho Feijoo tras participar en una jornada en A Coruña, donde ha trasladado el «mensaje de esperanza» que supone «por fin» poder vacunar a los niños.
El presidente confía en que este proceso, para el que se requiere el consentimiento firmado, siga la «normalidad» que caracterizó al de los adultos, un ámbito en el que cree que habrá «buenas noticias» porque espera más vacunas en la primera semana de enero para continuar vacunando al ritmo que se vayan facilitando dosis.
El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, ha destacado a que «se ha hecho todo el trabajo para que eso sea así». «Tenemos el referente de la vacunación de 12 a 16 que es similar a este grupo y donde todo funcionó con normalidad, no hubo ningún tipo de problema», ha sostenido.
«Esta vacuna es segura para estos niños, con millones de vacunados en el mundo que no han tenido ningún problema», ha concluido para tranquilizar sobre los efectos de la inmunización en los menores.
