Italia estrecha el cerco a los no vacunados: entra en vigor la obligatoriedad para médicos, maestros y policías

Darío Menor ROMA / COLPISA

SOCIEDAD

Filippo Venezia / EFE

Los que no cumplan la norma serán suspendidos de empleo por un período mínimo de cinco días y tendrán que pagar multas de entre 600 y 1.500 euros

15 dic 2021 . Actualizado a las 15:53 h.

El Gobierno de Italia endurece las normas anticovid. Aprieta las tuercas a los no vacunados con una nueva norma que ya está en vigor. Policías, militares, sanitarios, maestros, profesores y personal no docente de las escuelas tienen que estar vacunados desde este miércoles en Italia. Quienes no lo estén serán suspendidos de su empleo durante un período inicial de cinco días y multados con entre 600 y 1.500 euros. A los miembros de las fuerzas de seguridad, además, se les retirará el arma y la placa. De momento el Ejecutivo de Mario Draghi solo ha hecho obligatoria la vacunación contra el covid-19 en estos sectores, aunque cada vez más voces piden que la amplíe a otros si no remite la curva de contagios.

Ante la continuidad de la pandemia, el Ejecutivo aprobó una prolongación del estado de emergencia hasta el 31 de marzo del 2022, de manera que seguirá contando con el marco institucional adecuado para adoptar nuevas restricciones con las que afrontar la pandemia. Este régimen especial, vigente desde el 31 de enero del año pasado, terminaba a finales de este mes. El Gobierno, además, anunció que las personas no vacunadas que entren en Italia desde otro país europeo a partir de este miércoles tendrán que pasar cinco días de cuarentena. Quienes hayan completado la pauta de inmunización bastará con que presenten una prueba rápida con resultado negativo para descartar que estén contagiados. La cuarentena será de diez días para las personas que entren en territorio italiano desde países que no pertenezcan a la UE.

El martes se registraron 20.000 nuevos casos y 120 muertos, una cifra de fallecidos que no se alcanzaba desde hace siete meses. Son ya más del 88 % los italianos mayores de 12 años que han recibido al menos una dosis de la vacuna, aunque todavía quedan seis millones de personas que no se han puesto ni una sola inyección. Se calcula que el sistema sanitario italiano gasta uno 50 millones de euros al mes para tratar a los antivacunas que enferman de covid-19 y tienen que ser hospitalizados.