El catedrático de análisis matemático de la USC, Juan José Nieto, sí percibe que la ola epidémica se puede estar «estabilizando», pero ve demasiadas incógnitas. «Ya no me atrevo a decir nada, porque es muy difícil. Esto es un poco imprevisible y una sorpresa continua, sobre todo con los viajes y las reuniones que hayan podido producirse durante el puente y cuyos efectos aún no se hayan manifestado». Recuerda que «ya nos las prometíamos muy felices» hace apenas dos meses y ahora, como ya advertía un trabajo que realizaron en septiembre, nos topamos con que la baja cobertura vacunal global ha dado lugar a una nueva variante más transmisible. «Hay que esperar un poco, porque aunque los síntomas sean más leves, entre tantos casos siempre va a haber un porcentaje, por pequeño que sea, que ingrese o incluso acabe en la uci», advierte Nieto.
Para el epidemiólogo Juan Gestal la clave radica en que ahora el conocimiento de la epidemia ya no está solo en manos de los especialistas. «Todos sabemos o que hai que facer e é o momento de comportarnos civicamente», exhorta Gestal, que aventura el pico de la ola, «en torno ao Nadal, pode ser uns días antes ou un pouco despois», y tampoco se atreve a descartar del todo una evolución de doble cresta, como entre el verano y el otoño del año pasado, cuando un aparente descenso vino seguido de otra subida.