La incidencia de covid en niños se multiplicó por 22 en un mes en Galicia

Raúl Romar García
R. ROMAR REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

LISI NIESNER

La población infantil sin vacunar es, con diferencia, la más afectada

05 dic 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Hace poco más de un mes, el 19 de octubre, cuando la incidencia de casos de coronavirus por 100.000 habitantes se situaba en 14,2 en Galicia y en 41,9 en España, algunos expertos no tenían demasiado claro que fuera necesaria la vacunación infantil contra el coronavirus. Con cerca del 80 % de la población española inmunizada con la pauta completa y la pandemia de covid en vías de ser controlada en el país, la administración del suero a los niños de 5 a 11 años podía plantearse como una opción para los padres.

Pero la sexta ola ha dado un vuelco radical a la situación. Vacunar o no a los pequeños sigue siendo algo voluntario y son los padres los que deben tomar la decisión, aunque ahora inmunizar a los 3,5 millones de menores españoles que se encuentra en esa franja de edad, o al menos a su mayor parte, se antoja como algo imprescindible para cambiar el curso de la epidemia.

Sin ninguna protección hasta el momento, los menores de 11 años se han convertido, y con mucha diferencia, en los más castigados por el coronavirus. Si el inicio de la quinta ola, desatada en verano, fue propulsada por los jóvenes y adolescentes, que por aquel entonces aún no habían sido vacunados, el mismo proceso se repite ahora con los más pequeños.

Si en este momento la incidencia media en España alcanza los 248 puntos y en Galicia los 262,60, la de los niños se sitúa en 412 y en 511, respectivamente. El número de nuevos contagios entre este colectivo es mucho mayor que en el de cualquier otra franja de edad.

Pero hay un dato aún más demoledor. La incidencia de covid entre los menores de 11 años, que están sin vacunar, se ha multiplicado por 22 en el último mes —entre el 3 de noviembre y el 3 de diciembre—, mientras que el incremento medio fue de 13,3.

Lo mismo ha pasado en el conjunto de España, aunque la evolución en este caso no ha sido tan pronunciada como en Galicia, ya que la incidencia en la población infantil se ha multiplicado por 6,5 y el resto por 5.

Infectan a los padres

Los niños, según han insistido siempre los expertos, se contagian y contagian menos y la enfermedad, por lo general, es más leve, pero eso no significa que no puedan infectar a los demás y, aunque sea en casos excepcionales, acabar ellos también hospitalizados. Además, según advirtió el Ministerio de Sanidad, el hecho de que los pequeños sean ahora mismo los que más se contagian de covid está teniendo una repercusión directa en la infección de sus padres.

Así parecen indicarlo los datos del ministerio, que muestran que la población de entre 40 a 49, entre la que se encuentran la mayoría de los padres, tienen la segunda mayor incidencia del virus, con 338 y 299 casos por 100.000 habitantes en los últimos 14 días en Galicia y España, respectivamente.

Por contra, los jóvenes y adolescentes de 12 a 19 años son los menos afectados por el coronavirus, cuando en verano eran los que más. Esta franja de edad cuenta ahora con un elevado porcentaje de vacunación, lo que demuestra que la inmunización funciona.

En todo caso, la esperanza de poder frenar el avance de la epidemia pasa por los niños de 5 a 11 años, que en Galicia empezarán a vacunarse a partir del 13 de diciembre, según avanzó hace unos días el presidente de la Xunta Alberto Núñez Feijoo.

Tanto la sociedad gallega como la gallega de pediatría han recomendado la vacunación para este colectivo, pero hay expertos que todavía siguen sin verlo necesario. Es el caso de Federico Montalvo, presidente del Comité de Bioética de España y asesor de la Ponencia de Vacunas del Ministerio de Sanidad. En su caso no cree que sea necesario administrar el suero de forma inmediata, dado el alto porcentaje de población adulta vacunada.

«No se puede vacunar a los niños en beneficio de la colectividad», dijo en declaraciones a la agencia Efe, tras advertir que el covid apenas supone un riesgo para los niños.