Las cabinas rojas tienen futuro

Juan Francisco Alonso LONDRES

SOCIEDAD

CESAR QUIAN

British Telecom deberá mantener 5.000 de ellas para asegurar la comunicación en zonas rurales y salvar vidas en caso de accidentes

29 nov 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Con los autobuses de dos pisos, los buzones de correo cilíndricos y los taxis negros, las cabinas telefónicas rojas son iconos del Reino Unido universalmente reconocidos. Sin embargo, los avances tecnológicos, en particular de la telefonía móvil, las han hecho prácticamente obsoletas; y, por ello, muchas de ellas han cambiado de uso o simplemente han sido retiradas de las calles en las últimas décadas. No obstante, la desaparición total de las emblemáticas casetas diseñadas en 1935 por el arquitecto Giles Gilbert Scott (1880-1960) parece que no ocurrirá, pues las autoridades británicas han ordenado a British Telecom (BT), la operadora a la que pertenecen, que mantenga 5.000 de las 21.000 que todavía funcionan.

La resolución la adoptó hace unos días Ofcom, el regulador de las telecomunicaciones, el cual instó a BT que conserve el 20 % de los quioscos existentes y que los mismos estén plenamente operativos. Aunque la medida supone el resguardo de un emblema urbano nacional, la misma no está fundamentada la nostalgia, sino que persigue asegurar la comunicación en las zonas rurales del país con mala conexión a Internet y telefonía móvil, así como aquellas con altas tasas de accidentes o suicidios.

«Algunas de las cabinas que planeamos proteger se utilizan para hacer un número relativamente bajo de llamadas. Pero si una de esas llamadas es de un niño angustiado, de una víctima de un accidente de tráfico o alguien que está contemplando suicidarse, ese teléfono público puede ser un salvavidas en un momento de gran necesidad», afirmó la directora de Conectividad de Ofcom, Selina Chadha, a la prensa británica.

La funcionaria indicó que también están evaluando el lanzamiento de nuevas casetas o la reconversión de las existentes para agregarles conexión wifi y puntos de cargas de móviles gratuitos.

La Ofcom ha publicado una normativa que contiene cuatro razones por las cuales una cabina telefónica estará protegida contra cualquier intento por retirarla: que esté ubicada en una zona no cubierta por las cuatro redes móviles principales; que se halle en un punto crítico de accidentes o con una alta tasa de suicidios; que desde la misma se hayan realizado más de 52 llamadas durante los últimos 12 meses; u otras circunstancias excepcionales que supongan la necesidad de una cabina telefónica pública en el área.

Más allá de una foto

Hoy por hoy el 96 % de los adultos británicos poseen un teléfono móvil y en casi la misma proporción cayó el uso de cabinas telefónicas, desde las cuales apenas se realizaron llamadas que totalizaron 7 millones de minutos en el 2020, frente a los 800 millones de minutos del 2002. Estas cifras explican por que BT ha retirado cientos de estas emblemáticas estructuras, las cuales ahora son empleadas más como el escenario de fotografías de los millones de turistas que año a año arriban al Reino Unido que para comunicarse.

Sin embargo, el que las casetas sean un imán para los turistas no ha evitado que muchas de ellas hayan terminado siendo desguazadas. En cambio, sí lo ha hecho que autoridades locales y organizaciones comunitarias hayan hallado nuevos usos para las icónicas estructuras de hierro y convencido a la otrora telefónica estatal de que las venda a un precio simbólico. La empresa compró la idea y lanzó el programa Adopt a kiosk (Adopta una cabina), el cual permite que por una libra (1,10 euros) uno de estos emblemas nacionales evite el vertedero y funcione como ahora como cafeterías, pequeñas bibliotecas o para colocar desfibriladores y otros equipos médicos para atender emergencias.

De acuerdo con BT, hoy hay 6.500 casetas que están siendo utilizadas para propósitos distintos a los que Scott pensó para ellas. En su momento de máximo esplendor llegó a haber 92.000 de estos cubículos en el país.