«Vida perfecta», de Leticia Dolera, dice adiós rompiendo tabúes

La Voz

SOCIEDAD

Concha de la Rosa | Movistar

La serie estrena su segunda y última temporada en Movistar+

19 nov 2021 . Actualizado a las 09:19 h.

Este viernes 19 de noviembre regresa Vida Perfecta, la serie escrita, dirigida y protagonizada por Leticia Dolera que estrena su segunda y última temporada en Movistar+. Y lo hace con seis nuevos capítulos con un tono «más reflexivo» en los que, tras la «catarsis» de la primera temporada, la historia se detiene más «en el drama interno de los personajes». Así lo adelanta la propia Dolera que no cierra la puerta a retomar en un futuro las andanzas de su personaje María, de su hermana Esther (Aixa Villagrán) y su amiga Cristina (Celia Freijeiro).

«No sé si lo retomaré. Como la serie dice: 'La vida no deja de darte la vuelta', así que... ¿quién sabe si dentro de cinco años siento la necesidad de retomarla y llamo a la puerta de Movistar y se lo propongo?», deja en el aire Dolera en una entrevista concedida Europa Press en la que asegura que poner punto y final a Vida perfecta tras esta segunda temporada ha sido decisión suya.

Y es que a la directora de Requisitos para ser una persona normal le apetece ahora experimentar con otras historias y, además, quiere dejar a sus personajes «exactamente donde están ahora, ahí deben estar un tiempo». «Ellas se tienen que quedar donde las he dejado en el último capítulo y yo tengo que vivir otras cosas», resume la actriz, directora y guionista que en esta segunda temporada vuelve a abordar otros tabúes femeninos como la depresión post-parto que sufre su personaje, pero también conflictos «universales» como el miedo a la soledad, el medio al compromiso, a madurar o incluso a ir a terapia.

Precisamente por eso, aunque no reniega de ella, etiquetas como «la serie feminista de Leticia Dolera» se le queda un bastante corta a la hora de hablar de todo lo que engloba Vida perfecta. «A mí lo de las etiquetas... si me tuvieran que molestar estará todo el día preocupada por ver cuál va a ser la siguiente. No, no me molesta. De hecho, la etiqueta de feminista no me parece mal, no es peyorativa pero esta serie habla de seres humanos», explica Dolera que lamenta que «el hecho de que sean mujeres parece que todavía nos sorprende, pero habla de vínculos humanos, de relaciones de pareja, de miedos... son temas universales».

«Pero sí tiene mujeres en el centro y como a día de hoy los datos nos dicen que todavía no estamos en un terreno de igualdad en ese sentido, es por eso quizás le ponen la etiqueta de feminista», explica la cineasta.

Una visión, la de una historia no solo protagonizada, sino también creada, contada y liderada por mujeres, que «completa» esa otra perspectiva narrativa, la masculina, «que nos han estado contado durante años y años» y que ya «aburre», asegura Aixa Villagrán. «Llevo toda la vida viendo la misma fórmula y me ha parecido interesante, pero llega un momento en el que necesito historias de mujeres. Ahora veo una película o una serie como las de antes que son todo señores... me aburro», proclama la actriz que vuelve a dar vida a la alocada Esther, que tendrá que seguir lidiando con «la adolescente» y «la punki» que lleva dentro.

«Sin esa otra mirada, el relato está incompleto. Y cuando completas este relato, afecta a la otra visión y hace que la ficción, que las historias y que el arte evolucione. Es necesario y hace muchísima falta que haya historias creadas, lideradas y nacidas desde las inquietudes de una mujer. Una ficción creada y construida por mujeres pero para todos, para hombres y para mujeres», proclama Celia Freijeiro, que retoma su papel como Cristina, la amiga casada y con niños de la protagonista que en esta segunda temporada «sale de su zona de confort» para intentar junto a su marido «experimentar» y «redescrubirse como pareja» en un esfuerzo por enfrentarse a «todo lo que les está pasando» y a la dura realidad de que «algo en su relación no está funcionando».

Y es que, destacan ambas protagonistas, una de las señas de identidad de Vida Perfecta es que sigue huyendo de «paternalismos» y afronta los problemas y vivencias de sus personajes «sin edulcorar» y de forma «cruda». «Esta serie profundiza en el lado más oscuro de los personajes, de sus sombras, que me parece muy interesante y muy necesario, porque muchas veces nos cuentan las historias desde un lugar muy amable, lo que está muy bien para entretener... pero hay veces que a mí me apetece que me eduquen un poco, que me hagan cuestionarme cosas y me hagan pensar», sentencia Villagrán.