La princesa Charlene estudia vivir fuera del palacio de Mónaco

Martín Bastos

SOCIEDAD

Action Press

La esposa de Alberto II podría instalarse en un apartamento donde ya residía antes de partir hacia Sudáfrica, según revela su cuñada a la prensa británica

11 nov 2021 . Actualizado a las 18:51 h.

La sombra de la duda sigue flotando sobre el regreso de Charlene Wittstock a Mónaco después de seis meses de misteriosa ausencia. Según revela este jueves el Daily Mail, la exnadadora ha pisado de nuevo el principado, pero no vivirá con su marido y sus hijos en el palacio fortaleza del siglo XII donde Alberto II tiene su residencia oficial. El diario británico cita unas reveladoras declaraciones de la cuñada de Charlene, Chantell Wittstock, que es la mujer de su hermano Sean y ejerce como relaciones públicas de la fundación benéfica de la princesa en Sudáfrica.

Según Wittstock, «no está claro» que la princesa vaya a residir a partir de ahora en palacio con su marido, sus dos hijos y toda la corte de asistentes y ayudantes que podrían hacer su convalecencia mucho más fácil. En su lugar, parece probable que vuelva a vivir en un pequeño apartamento que, para sorpresa de los monegascos, ya había estado ocupando durante algún tiempo antes de su misteriosa partida a Sudáfrica a principios de este año 2021. Esta propiedad cuenta con dos habitaciones y está situada encima de una chocolatería, a unos 300 metros del palacio.

«No sabemos todavía. Probablemente irá alternando entre las dos [residencias], donde esté más cómoda. Todavía no está claro dónde va a instalarse ni nada de eso. Quiero decir, acaba de llegar así que todo el mundo está buscando su sitio. La princesa está muy emocionada de ver a sus hijos y ellos emocionados de ver a su madre otra vez», afirma la cuñada de la princesa con evasivas, según declaraciones que recoge el Daily Mail

Añade la relaciones públicas de la Fundación Princesa Charlene que tampoco está cerrado por el momento su regreso a la vida pública y a las obligaciones de su cargo y deja su agenda pendiente de su recuperación de la enfermedad que la retuvo durante meses en Sudáfrica. «Lo hará sin duda si todo va bien, si se cura y se recupera definitivamente. Eso no ocurre de la noche a la mañana. Definitivamente se lo tomará con calma», declara.

El regreso a Mónaco de una desmejorada Charlene y las sombrías fotografías del reencuentro familiar no sirvieron para acallar los rumores acerca de la estabilidad del matrimonio, que se intensificaron en los últimos meses. «No es algo de lo que pueda hablar. Lo que puedo decir es que la princesa está de vuelta en Mónaco con su marido y sus hijos y eso debería decirlo todo», comentó Chantell Wittstock. 

Después de muchos meses apartada de su familia en Sudáfrica, la princesa Charlene de Mónaco se encuentra desde el pasado lunes de vuelta en el Principado. La exnadadora pudo reencontrarse con su marido y sus dos hijos tras haber permanecido durante seis meses en su país de origen por complicaciones sufridas como consecuencia de una infección otorrinolaringológica contraída en mayo y que le impedía volar en avión para tomar el vuelo de regreso. De acuerdo con las explicaciones oficiales ofrecidas por el principado, sus tímpanos no podían aguantar la presión de la altura.

El Palacio monegasco colgó el lunes en Instagram diversas fotografías del reencuentro con el príncipe Alberto II y con sus dos hijos, los mellizos Jaime y Gabriela, un momento que, según recalcaba el mensaje, estuvo lleno de «alegría y emoción», aunque las imágenes no lograban transmitirlo.

El diario local Nice Matin precisó que Charlene aterrizó en Niza y desde allí se dirigió a Mónaco, donde su familia la esperó con un ramo de flores en el helipuerto. Según ese periódico, los cuatro no estaban juntos desde el pasado mes de agosto.

La larga ausencia desató insistentes rumores de separación del matrimonio, alimentados por algunos miembros próximos a la familia y contrarios a Charlene. En todo ese tiempo, la madre de los herederos al trono monegasco se refugió en su fe religiosa.

La princesa llegó de Sudáfrica con una nueva imagen, mucho más delgada, con el pelo más oscuro y ligeramente más largo que la última vez que se la pudo ver en Europa. Llevaba un vestido midi de punto en color arena, un amplio abrigo negro y unas botas planas en el mismo color. También volvió acompañada de un nuevo perro, un Rhodesian Ridgeback, que aparece en una de esas imágenes. Nice Matin apunta que se llama Khan y destaca que lo recibió como regalo después de la muerte de su chihuahua en octubre.

Charlene, de 43 años y antigua nadadora olímpica, cayó enferma en Sudáfrica, su país natal, en un viaje oficial efectuado en mayo y centrado en la conservación de la fauna salvaje y en la lucha contra la caza furtiva. Desde entonces ha tenido que ser sometida a al menos tres operaciones, alguna de ellas bajo anestesia general. 

El príncipe Alberto había anunciado días atrás que el regreso de Charlene a casa era inminente y que su esposa estaría a su lado antes de la fiesta nacional de Mónaco. Esta celebración tendrá lugar el próximo 19 de noviembre, aunque no está claro que Charlene vaya a retomar su agenda oficial para entonces.