El Gobierno plantea la medida como una alternativa probable para frenar el aumento de los contagios que bate récord en el país por tercer día consecutivo
12 nov 2021 . Actualizado a las 08:59 h.El Gobierno de Austria ya propone un confinamiento que afecte exclusivamente a los no vacunados, por lo menos en las regiones más afectadas por el repunte de la pandemia. El pasado 23 de octubre, cuando la situación epidemiológica comenzó a desmejorar, la administración asomó que esta podría ser una opción. Sin embargo, en una nueva declaración, el canciller Alexander Schallenberg ha asegurado que la medida es «probablemente inevitable» luego de que el país alcanzara este jueves su récord de contagios por tercer día consecutivo.
La primera región en implantar la medida será Alta Austria. El gobernador local, Thomas Stelzer, declaró hace solo unas horas que «la situación es dramática» y por eso han decidido confinar a los ciudadanos no vacunados a partir de este lunes 15 de noviembre. Se encuentran a la espera de que el Gobierno Federal confirme que la norma puede seguir adelante desde un punto de vista legal, pero se espera que así sea, ya que ha sido precisamente este organismo el que primero planteó la posibilidad.
La administración austríaca se suma así a la tendencia europea: presionar a los antivacunas a través de restricciones. En Austria, el 36 % de la población no está inmunizada y el 32,4 % no ha recibido ni siquiera el primer pinchazo. Por eso, la semana pasada anunciaban el pase covid como requisito obligatorio para acceder a lugares de ocio y gastronomía, así como a centros de estética y eventos.
Este jueves, en la misma línea, el canciller Schallenberg reabrió la puerta al confinamiento de los no vacunados si la situación epidemiológica no mejoraba. La medida afectaría a las regiones con la peor incidencia, como es el caso de Alta Austria, que ya quiere implementar la norma. Ha alertado de que el invierno y la Navidad serán «incómodos» para los que se niegan a inyectarse, al tiempo que rechazó la posibilidad de confinar también a los que sí se han vacunado. «No veo (bien) que dos tercios pierdan libertad porque un tercio está dudando», ha argumentado, según recoge el diario Die Presse.
Aunque el canciller ha reconocido que un confinamiento para los no vacunados es una «medida muy dura», también señaló que es «aparentemente necesaria». Para evitarlo, pidió a la población que acuda a vacunarse y calificó la tasa de vacunación como «vergonzosamente baja».
Así mismo, informó que desde el Gobierno se plantean implantar la vacunación obligatoria para ciertos sectores, como el de los sanitarios.
