Cambio de hora: esta noche los relojes se retrasan, a las 3 serán las 2

Marta Otero Torres
marta otero LA VOZ

SOCIEDAD

Ricardo Rubio

El cambio de hora estacional se mantendrá en España de momento, según las conclusiones del comité de expertos que valoró su eliminación, a sugerencia de Europa

30 oct 2021 . Actualizado a las 23:01 h.

Las manillas del reloj no paran. Un año más, la próxima madrugada los relojes en Europa recuperarán el horario de invierno y se retrasarán una hora: es decir, a las 3 volverán a ser las 2. Una hora ganada al tiempo que se volverá a perder en primavera.

El cambio horario parece que se mantendrá en Europa, por el momento, después de un arduo debate entre distintos organismos que proponían su eliminación. En España, la Comisión para la reforma de la hora oficial presentó justo en el momento que estallaba la pandemia unas conclusiones preliminares que pasaron inadvertidas sobre el informe que descarta de momento abordar su eliminación. La propuesta del informe, según informó Moncloa, es «no producir ningún cambio precipitado en los husos horarios mientras no exista un consenso compartido y una difusión práctica a nuestra ciudadanía de los riesgos y oportunidades que comporta».

El trabajo de la Comisión evaluó los costes de las modificaciones horarias, «particularmente los que inciden en la eficiencia energética y en la repercusión económica de las distintas actividades productivas, así como los beneficios, especialmente los posibles impactos positivos sobre la salud de las personas».

Según estas conclusiones, «la opinión de los expertos sobre el cambio de hora estacional no es unánime ni concluyente. Una parte preferiría mantener el cambio de hora tal y como se viene realizando hasta la fecha, otra optaría por adoptar el horario fijo de invierno atendiendo, principalmente, a criterios de salud y uso de horas de sol y también hay expertos favorables a mantener fijo el horario de verano, teniendo en cuenta un previsible impacto negativo en el sector turístico, que representa en torno a un 12 % de nuestro PIB». En definitiva, «los expertos no plantean el cambio del huso horario y argumentan que, tras mantener el actual durante 80 años, la población española ha desarrollado una adecuación a ese horario y no hay suficientes razones para modificarlo». El citado comité concluyó que «lo prudente por parte del Gobierno sería mantener el cambio estacional tal y como se ha venido realizando en los últimos 45 años, hasta 2021, e ir nutriéndonos a lo largo de estos dos años de argumentación suficientemente consolidada y compartida que nos haga optar por una de las vías».

En septiembre de 2018, la Comisión Europea propuso acabar con el cambio de hora en 2019 tras una encuesta pública que recabó un número récord de respuestas (4,6 millones) y que reveló que mayoritariamente (un 84 %) los ciudadanos europeos quieren terminar con esa práctica. Aun así, la abolición del cambio de hora debería ser debatida y pactada por los dos colegisladores de la UE, la Eurocámara y el Consejo (los Estados miembros), para que pueda entrar en vigor.

Esperando al Consejo Europeo

Ya el pasado mes de marzo, el Parlamento Europeo urgió a poner fin a esta práctica a partir de 2021, pero el Consejo de la UE aún no se ha posicionado al respecto. En su propuesta legislativa, la Comisión Europea ofrecía a los Estados miembros la libertad de decidir si se regirán de manera permanente por la hora de verano o la de invierno, pero instaba a que lo acuerden «de manera coordinada entre países vecinos».

Con respecto al debate producido en Europa, Jorge Mira, físico y divulgador científico, asegura que «no seu momento Juncker (que era presidente da Comisión Europea) foi un insensato, e non reflexionaron moito. Para que o aproben agora falta a terceira pata do poder europeo, que é o Consello da Unión Europea, e ahí está parado o asunto. A verdade é que os xefes de Goberno agora pensan nas consecuencias que ten iso e saben que teñen un problema gordo». El problema, según el experto es qué hacer si eliminamos el cambio estacional. «Aquí en España —explica Mira— hay grupos de personas que queren quedarse co de inverno. Nese suposto aos italianos na costa adriática estaríalles amañecendo en Xuño as catro da mañán. En Berlín a luz sairía as tres e media e en Cataluña entre as cinco e seis da mañá». La otra opción sería dejar el horario de verano de forma permanente. «En Galicia si quedamos co de verán, que é o que prefire a poboación española nas enquisas, durante catro meses ao ano estaría amañecendo aquí entre as nove e as dez da mañá». La clave está en saber que el sol a lo largo del año es muy cambiante. «Galicia pasa de ter máis sol que en Kenia a ter menos sol que nos bordes da Antártida —prosigue—. Por eso é imposible ter unha marca fixa de reloxo todo o ano. e o cambio de hora tenta compensar iso».

Con respecto a los hipotéticos desarreglos cronobiológicos que puede causar el cambio estacional, Mira asegura que suelen ser puntuales, y avanza que sería mucho peor lo que causaría quedarse, por ejemplo con el de invierno. Para argumentarlo cita un estudio que compara los horarios de sueño y trabajo de Alemania y el Reino Unido. «Los británicos llevan haciendo el cambio de hora desde hace un siglo; los alemanes dejaron de hacerlo desde los años 40 hasta 1980. El resultado es que los británicos inician su actividad alineados con el amanecer invernal, mientras que los alemanes tienen un desfase de casi media hora. El cambio de hora sirve para aproximar nuestro reloj al ritmo solar, así que podría ocurrir que los alemanes hayan pagado el precio de esas cuatro décadas de desalineamiento».