Consumo prohíbe la publicidad de galletas, helados, dulces y bebidas calóricas para niños

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Regulará por real decreto los anuncios en televisión, prensa, radio, salas de cine, Internet, redes sociales, webs y aplicaciones, y empezará a aplicarse en el 2022

28 oct 2021 . Actualizado a las 18:35 h.

Adiós a los anuncios televisivos de galletas o de helados con guiños a los niños. El ministro de Consumo, Alberto Garzón, anunció este jueves la prohibición de la publicidad dirigida al público infantil de dulces, galletas, helados, bebidas calóricas y resto de productos alimenticios ricos en azúcares y grasas considerados nocivos para la salud por la Organización Mundial de la Salud.

Garzón explicó que la regulación de esta publicidad de los alimentos dirigidos a los menores de 16 años en televisión, prensa, radio, salas de cine, Internet, redes sociales, webs y aplicaciones se hará por real decreto y se empezará a aplicar el año próximo, en el 2022. «El trabajo está hecho. Tenemos los informes pertinentes para adaptar estos perfiles nutricionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) al sistema de regulación y ya se ha hablado con la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia», indicó el ministro.

En televisión, la nueva normativa afectará a los horarios de protección reforzada y a los espacios publicitarios de programas dirigidos al público infantil y a los canales de televisión dirigiros a menores de 16 años. Además, de esta publicidad en la televisión lineal como no lineal (plataformas), el real decreto también regulará los contenidos radiofónicos, salas de cine y publicidad en Internet, redes sociales, webs o aplicaciones móviles cuando estén dirigidos a menores de 16 años e incluirá limitaciones en los medios impresos.

En la línea de las regulaciones de esta publicidad que han hecho en el Reino Unido, Portugal y Noruega, el ministro ha explicado que la normativa española impedirá hacer publicidad a menores de las cinco categorías de productos que la OMS considera nocivos. Son las de productos de confitería de chocolate y azúcar, barritas energéticas y coberturas dulces y postres; la de alimentos que incluye pasteles, galletas dulces y el resto de productos de bollería, y las de zumos, bebidas energéticas y los helados.

Para el resto de categorías de productos se establece un límite de contenido de nutrientes por cada 100 gramos y se podrán anunciar siempre y cuando las grasas totales y saturadas, el azúcar total y añadido o bien los niveles de sal se mantengan por debajo de aquellos que se establece para cada producto.

El ministro Garzón, que alertó de que en España el exceso de sobrepeso es del 23,3 % y la obesidad del 17,3 % para los niños de entre 6 y 9 años, hizo este anuncio en rueda de prensa en Barcelona, tras reunirse con la alcaldesa de la capital catalana, Ada Colau, quien también se comprometió a que el ayuntamiento tome medidas para combatir la sobreexposición de la población infantil a la publicidad de estos alimentos que perjudican su salud. «Son cifras alarmantes y preocupantes», consideró, que se doblan entre las familias más humildes.

Garzón ha puesto énfasis en la voluntad de proteger a los niños y adolescentes, «las personas mas vulnerables, de unos hábitos de consumo que perjudican notablemente a la salud a corto y medio plazo y en la edad adulta». Por su parte, la alcaldesa Ada Colau ha anunciado dos iniciativas del Ayuntamiento de Barcelona alineadas con el anuncio que ha hecho el Ministerio de Consumo que se aprobarán en las próximas semanas. Una es una instrucción que limitará la presencia de la publicidad de alimentos y bebidas de baja calidad nutricional en los soportes publicitarios que gestiona el consistorio, como marquesinas, banderolas o lonas presentes en el espacio público. La otra es la de reforzar la aplicación de criterios de sostenibilidad en la compra pública de los alimentos presentes en equipamientos y servicios municipales, como pueden ser las máquinas expendedoras, entre otros.

Ambas instrucciones municipales se centran en impulsar un sistema alimentario urbano más sano, justo y sostenible, de acuerdo con los compromisos adquiridos por el Ayuntamiento de Barcelona en el Pacto de Milán del 2015 y en el marco de la designación de la ciudad como Capital Mundial de la Alimentación Sostenible 2021.