35 mujeres sordas del rural se enfrentan a la difícil tarea de encontrar trabajo

p. a REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

oscar cela

La Fundación la Caixa financia un proyecto de inserción laboral para mujeres con discapacidad auditiva

28 oct 2021 . Actualizado a las 08:51 h.

Mujeres, sordas y del rural. Una triple condición que resta posibilidades a la hora de acceder a un puesto de trabajo. Para intentar ponerle remedio, la Federación de Asociaciones de Personas Xordas de Galicia (FAXPG) lleva tiempo trabajando en un proyecto de inserción laboral que ha encontrado el apoyo de la Fundación la Caixa. Una financiación de 22.600 euros otorgada a través de la convocatoria Acción Social en el Medio Rural, que pretende precisamente promover este tipo de proyectos para generar oportunidades en zonas donde no abundan.

«Abriendo puertas a las mujeres sordas» es el nombre de este programa, que se ha implementado en 22 ayuntamientos poco poblados de toda Galicia. El objetivo es mejorar la situación personal de 35 mujeres con discapacidad auditiva. Un logro que tiene un primer paso: ayudarlas a encontrar trabajo. Cristina Castro es la coordinadora del servicio de empleo de la FAXPG y explica los primeros obstáculos que se topan estas mujeres incluso antes de empezar la búsqueda: «Al no poder comunicarse de una manera natural a nivel verbal, tienen más difícil acceder a los servicios sociales de los ayuntamientos o a los servicios de empleo». Por eso, este proyecto pretende «empoderarlas». Una orientadora profesional ofrecerá asesoramiento y formación para encontrar trabajo: «Impartimos cursos para aprender técnicas de búsqueda de empleo, para mejorar habilidades sociales, o para superar entrevistas». También hay formación específica para prevenir la violencia de género.

El proyecto no estaría completo si no cumpliese con el factor de hacerlas visibles para las empresas. Con otro requisito, que los puestos de trabajo se encuentren cerca de los municipios rurales donde viven. Por eso, además de la oferta formativa, el programa finaliza con la realización de prácticas en varios negocios. Una misión, por ahora, exitosa: «Ya son diez mujeres las que se encuentran totalmente insertadas cerca sus casas», explica Cristina. Algunas han encontrado trabajo en servicios de limpieza o en hoteles de la zona. Otras ya son costureras en un comercio de vestidos de novia, o auxiliares de cuidado en residencias para personas mayores.