La otra gran pérdida
Durante este tiempo, además de a su enfermedad, la periodista ha tenido que enfrentarse a la pérdida Juan Adriansens que, más que un amigo, era su familia. La locutora, que lo había atendido en los últimos años, se despedía de él públicamente: «Se ha ido nuestro Adriansens y con él la grandiosa biblioteca que vivía en su cerebro». Y no dudaba en calificarlo de «brillante, valiente, heterodoxo, enamorado del arte, la belleza y las catedrales». «Contar con su sabiduría en la radio fue un privilegio; tenerle como amigo, un regalo. Para siempre en mi corazón», terminaba.
En cualquier caso, durante su tiempo alejada de las ondas, estuvo siempre atenta a sus seguidores que la acogieron con los brazos y los oídos bien abiertos cada vez que pasó por la radio para hablar con ellos. Así fue el 21 de junio y una vez más el 30 de agosto cuando dijo que volvería para la nueva temporada. Todavía no había terminado el tratamiento pero significó para ella una absoluta inyección de energía positiva. «Aunque no sea pa tanto este lunes paso lista en Julia en la Onda. El que no esté, se queda sin merienda. Reír, llorar, pensar, emocionar y divertir. Con esos verbos como objetivo -y añado, informar- empezamos la decimoquinta temporada», contaba en su cuenta de Twitter.