Las compañías responsables se unen para luchar contra el cambio climático

alberto lorenzo REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

La descarbonización es el principal objetivo que se marcan para los próximos años

24 oct 2021 . Actualizado a las 13:18 h.

Unos lo fijan para el 2025. Otros para el 2040. Y otros para el 2050. Pero la meta está ahí. La mayoría de las empresas responsables contemplan un horizonte verde, sostenible y ecológico en el que primen aspectos como el reciclaje, la economía circular y la descarbonización. De esa mirada en positivo hablaron en el Museo Santiago Rey Fernández-Latorre cuatro representantes de empresas de diferentes sectores y actividades, pero con en el mismo fin: el compromiso público de desarrollar su actividad generando el menor daño posible al planeta y logrando sus fines reduciendo al máximo la huella contaminante.

Rogerio Koehn es directivo de Gestagua, una firma que opera actualmente en Lugo, Foz, Carballo, Culleredo y Baiona, siendo el grupo al que pertenece, Saur, el primer operador municipal en Portugal y el socio mayoritario de la empresa que gestiona el ciclo integral del agua en Las Palmas de Gran Canaria. Saur es el tercer operador de agua en Iberia, donde sirve a 3,2 millones de habitantes de 102 municipios (65 en España y 37 en Portugal).

Desde su punto de vista existen dos retos que superar, tal y como manifestó en el debate moderado por la periodista María Meizoso: «Sabemos que el cambio climático va a afectar en gran medida a todas las fuentes de agua dulce del planeta. Por otro lado, la tendencia mundial es vivir cada vez más en las ciudades. Para el año 2050 el 70 % de las personas lo harán así. Todo el abastecimiento de agua en esas poblaciones y el tratamiento de sus aguas residuales necesario para garantizar el suministro genera una complejidad muy grande y se tiene que hacer de forma planificada».

En cualquier caso, Koehn indica que el consumo humano apenas representa el 20 % de la utilización del agua: «El 80 % restante se destina a la agricultura o industria y es por ese motivo que hay que invertir en tecnologías mucho más eficientes en estos campos», subrayó. En lo que les atañe, pretenden reducir al máximo las pérdidas de agua: «A nivel global, el agua que se usa correctamente es un 70 % y el objetivo es alcanzar un 80 %. Perseguimos que solo se pierda el 20 %».

Igualmente, dentro de su trabajo en Las Palmas de Gran Canaria se encuentran con un problema extra que complica más su labor: «En esas zonas hay que desalar el agua. Se trata un proceso que conlleva un coste energético muy alto. Por ese motivo estamos invirtiendo en energía renovable para minimizar lo máximo posible la emisión de CO2».

Implicar a los proveedores

Carmen Gómez Acebo, directora de sostenibilidad de Coca-Cola European Partners, aportó un punto de vista íntimamente ligado con el de Koehn, pero al tiempo totalmente diferente. Expuso, con todo tipo de detalles y explicaciones, el reto sostenible de su empresa, que aspira a la neutralidad de carbono. «Queremos que sea totalmente integral y que no se termine solo en nosotros, sino que implique las emisiones directas e indirectas que afectan a toda nuestra cadena de valor, incluyendo a proveedores que establezcan un plan de descarbonización de sus negocios».

En su exposición, Gómez Acebo destacó que el 90 % de las emisiones de su compañía «son de alcance tres, es decir totalmente indirectas». Tienen previsto que en el 2030 ya se contraigan en un 30 %. Para ello se han marcado unos puntos, que detalló durante su intervención: «En primer lugar, tenemos que asumir la responsabilidad de la compañía, generando cada vez más una menor huella de carbono en el planeta. Después, implicar a los proveedores y comunicar todos estos avances con el principio de ser totalmente transparentes. Por este motivo hay que informar, comunicando la evolución de la huella de carbono». Para ello asumen que tendrán que hacer una gran inversión.

Por una economía verde

Dentro del nuevo escenario que plantea la economía circular la madera adquiere un protagonismo muy especial. Así lo indicó Ricardo González, gerente del Clúster da Madeira de Galicia, que expuso las ventajas que su producto ofrece respecto a otros. «Entramos en un nuevo paradigma de desarrollo en la economía. Vamos a sustituir productos de origen fósil por productos de origen bio, natural. Se van a buscar alternativas sostenibles, reutilizables y biodegradables. Diciendo eso, realmente acabo de definir la madera».

«El sector de la madera está llamado a ser uno de los principales motores de este cambio», afirmó González en el encuentro. Dirigió la mirada al norte. «En la construcción, por ejemplo, en Europa llevan más de 30 años construyendo edificios con estructura de madera. Sustituye al hormigón, al acero y al aluminio. Ocurre lo mismo en el sector textil, fuertemente vinculado a la transformación de fibras de origen fósil, como el poliéster. O también el algodón, que tiene una huella hídrica muy grande. Se trata de desarrollar fibras textiles de origen vegetal, algo que contribuirá a esta nueva economía. Acabamos de inaugurar en Galicia la primera fábrica de CLT. Pero en España solo hay una más».

Otro de los sectores en los que se está trabajando de manera muy intensa es en el del mar. Mariví Sánchez, directora de Sostenibilidad de Grupo Calvo, explicó que su firma lleva embarcada desde el 2019 en una estrategia integral de sostenibilidad: «La llamamos estrategia responsable. Se trata de una serie de 17 objetivos para cumplir en el 2025 y que actúan en tres áreas: océanos, medio ambiente y personas». Esta iniciativa tiene un punto diferenciador: «Son objetivos públicos, medibles y verificados por un tercero independiente», resaltó Sánchez, que intervino por vía telemática en el encuentro.

Sánchez dijo que en el Grupo Calvo tienen un compromiso claro con los océanos. Así, «queremos que el 100 % de los lomos de atún tengan un origen certificado como responsable y sostenible y que la trazabilidad del producto a la lata, que se pueda saber en todo momento». Otros retos son la «reducción de un 10 % del consumo de agua por producto» y, ya dentro de políticas de igualdad, que «el 30 % del comité de dirección sean mujeres».

Rogerio Koehn.
Rogerio Koehn. vítor mejuto

«Hemos lanzado la financiación del grupo a través de un bono verde»

En Saur-Gestagua condicionan los recursos económicos al cumplimiento de unos parámetros estrictos de eficiencia energética y sintonía con el medio ambiente. En el encuentro lo explicó Rogerio Koehn. Detalló la singular iniciativa surgida hace unos meses en su grupo: «Hemos lanzado hace tres meses la financiación de todo el grupo en un bono verde. Este es nuestro principal compromiso con el cambio climático y la sostenibilidad, que todo esté vinculado a acciones ligadas al medio ambiente».

El anuncio tuvo un efecto inmediato. Y desbordante. «A principios del verano emitimos bonos vinculados a la sostenibilidad por importe de mil millones de euros y hubo una demanda seis veces superior a la oferta», destacó, y concluyó: «Este hecho indica que el mercado está respaldando el proyecto medioambiental del grupo Saur, al que pertenece Gestagua». Al respecto resumió que «básicamente es una emisión de deuda en la que la empresa se compromete a cumplir determinados parámetros de desarrollo sostenible. Parte de lo que es el interés y lo que pagamos a los tenedores se debe a cumplimiento de parámetros ecológicos».

Tras ello hay un fin: «El compromiso es que el 100 % de la energía que usamos sea verde. Igualmente, nos comprometemos a la descarbonización y la eficiencia energética, así como a elevar el rendimiento técnico de nuestras infraestructuras hasta el 80 %, reduciendo a un 20 % el agua que no podemos controlar o se pierde. Hoy en Europa se pierde entorno al 40 %, si bien nosotros en España ya estamos en un porcentaje de rendimiento del 70 %. Todos estos compromisos serán certificados y auditados por un auditor independiente internacional, a modo de garantía de cumplimiento».

Carmen Gómez Acebo.
Carmen Gómez Acebo. vítor mejuto

«Nuestro objetivo es ser neutros en carbono en el año 2040»

 

En Coca-Cola European Partners tienen 19 años para cumplir con el fin marcado. «Nuestro objetivo es ser neutros en carbono en el año 2040 y para eso es importantísimo que transicionemos nuestros envases, que generan el 42 % de las emisiones», dijo Carmen Gómez Acebo. En ese sentido, buscan el desarrollo de la circularidad, dejando a un lado la linealidad que mandaba hasta ahora.

«Hay varias iniciativas basadas en ello, para lograr un cero residuos y cero emisiones», señaló. ¿Y en qué se concretan? «Pues en reducir la materia prima. Es decir, aligerarlos. Eso puede sonar muy básico, pero para lograrlo ha de ir acompañado de una inversión muy grande en tecnología mucho más avanzada, ya que necesitas envasar el producto y que conserve las calidades del mismo durante un período de tiempo».

Igualmente, resulta importante incorporar material reciclado. «Ya estamos con todos nuestros envases sin gas en un 50 % de PET reciclado. Tenemos marcas con un 100 %. El resto está en un 25 %. Nuestro objetivo en la próxima década es conseguir que el 100 % de nuestros envases de PET estén hechos con PET reciclado o procedente de fuentes renovables. Además, todos estos envases se tienen que fabricar pensando que puedan volver a ser una botella». ¿Esto qué implica? «Por ejemplo, que todas las botellas sean transparentes. Esto supone que haya que retirar materiales innecesarios y difíciles de reciclar», añadió.

Otra de las iniciativas que maneja Coca -Cola pasa por «unir los tapones al cuello de la botella, para evitar que se pierdan». Al respecto, ya se ha hecho un test a nivel europeo para valorarlo. Y, desde luego, en la mente de la empresa está «la botella de vidrio rellenable que es un proyecto estrella».

Ricardo González
Ricardo González vítor mejuto

«El sector de la madera no deja residuos, es circular al 100 %»

Uno de los sectores que afronta los cambios empresariales relacionados con la sostenibilidad con mayor fortaleza es el de la madera. «Tiene muchísimas implicaciones positivas, que no se reducen solamente a un sector, sino a que alcanzan muchísimos niveles. La madera es algo totalmente transversal», afirma Ricardo González, gerente Clúster da Madeira de Galicia.

«Se habla mucho, hoy en día, de la necesidad de la economía circular -reflexionó-. El sector de la madera, por definición, es circular al 100 %, ya que deja toda una serie de subproductos como serrines o virutas, que son materias primas de otras cadenas de valor. No deja residuos y eso es una característica que lo hace muy valioso en este momento». En ese sentido, González abrió todo un abanico de efectos positivos que tiene la apuesta por la madera: «La madera va a afectar a todas las industrias y va a tener un impacto positivo para la sociedad. Es el paradigma de la bioeconomía. Esto, llevado hacia atrás, significará que el recurso forestal va a tener más valor para los propietarios. Si estos tienen un producto de alto valor, el monte estará mejor cuidado y gestionado».

«Además, de este modo combatimos la despoblación del rural -continuó-. Si está el monte cuidado es más difícil que arda. Puede arder, pero va a ser más fácil controlarlo. La apuesta por la madera tiene muchos impactos positivos desde todos los puntos de vista. En los próximos años el sector de la madera va a despegar y alcanzar nuevos nichos. Por ejemplo, en la construcción es un excelente aislante térmico lo que tiene que ver con la eficiencia energética. Además, es un perfecto aislante acústico y genera un gran confort».

Mariví Sánchez
Mariví Sánchez

«Es un paso necesario en todas las industrias y lo vamos a dar»

Muchos de los planes empresariales que persiguen la sostenibilidad miran al futuro y cuentan con una agenda para su desarrollo en varios años. Otros son ya una realidad. La del Grupo Calvo, por ejemplo, ya se puede ver en las estanterías de los supermercados. «Acabamos de lanzar ahora al mercado un envase que se llama el vuelca fácil. Está diseñado de un modo que permite que salga el atún entero y reduce el desperdicio de alimento, al no quedar nada pegado en la lata», detalla Mariví Sánchez.

La directora de sostenibilidad del grupo aseguró que con este nuevo envase se consigue «reducir un 35 % la contribución al cambio climático». Resaltó que se contrae de manera notable el «uso de metal en la fabricación». Pero también la cantidad de aceite que va en cada lata: «Se mantiene la misma cantidad de atún, pero se reduce la de aceite. Vimos, por encuestas que hicimos al respecto, que la mayor parte de nuestros clientes no utilizaban el aceite de la lata en sus recetas. Es decir, este no aportaba valor más allá de conservar el producto. Es más, muchos decían que al abrir la lata lo tiraban por el desagüe del fregadero, con lo que supone eso a nivel de contaminación. Se estima que un litro de aceite es capaz de contaminar hasta mil litros de agua».

«Con esas dos variables hemos conseguir reducir el impacto de nuestro producto en el medio ambiente. Ahora queremos dar a conocer este envase entre los usuarios. También seguir trabajando en los objetivos que nos permitirán llegar a la neutralidad de carbono en el medio plazo. Creemos que este es un paso necesario para toda la industria y nosotros lo vamos a dar», concluyó.