Galicia diseña una tecnología capaz de reducir los gases que más calientan la Tierra

SOCIEDAD

Por primera vez se podrá reciclar el uso de los fluorados, gases de efecto invernadero 23.000 veces más potentes que el dióxido de carbono

20 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

En los años 80 la ciencia descubrió que la emisión de los gases CFCs (clorofluorocarbonos) asociada a la fabricación de ciertos materiales, como refrigeradores, estaba destruyendo la capa de ozono, el escudo natural frente a la peligrosa radiación ultravioleta. El deterioro representaba una amenaza muy seria para la vida en la Tierra. En 1987 se aprobó el protocolo de Montreal que prohibía su comercialización.

Para sustituir a los CFCs se propuso el uso de los gases fluorados, al no ser tóxicos ni inflamables. «Hoy por hoy los equipos de aire acondicionado se fabrican a partir de una mezcla de gases que incluyen los fluorados. También neveras como las que se utilizaron para guardar las vacunas del covid-19. El problema es que por entonces se desconocía que son gases de efecto invernadero 23.000 veces más potentes que el dióxido de carbono y pueden permanecer en la atmósfera hasta 50.000 años», explica Ana Belén Pereiro, investigadora gallega en la Universidade Nova de Lisboa.

La humanidad ha estado emitiendo un gas que calienta el planeta con más intensidad que todos los demás juntos sin saberlo. «Mucha gente deja los frigoríficos en la calle y cuando se desmontan de mala manera se liberan los gases. Hemos comprobado que solo el 1 % de estos residuos están llegando correctamente a los puntos limpios», asegura.

El primero en reaccionar fue Europa. En el 2014 legisló en contra de este tipo de gases, pero según los expertos las registros oficiales sobre su uso son «muy dudosos» ya que se omite la venta en los mercados ilegales. «En España, por ejemplo, existe un impuesto adicional para las industrias que utilizan este gas, lo cual representa un desembolso de dinero que muchas empresas no pueden asumir. Al final lo que está pasando es que existe una mercado no declarado de gases que llegan de otros zonas del mundo donde no están prohibido. Están entrando sobre todo desde China e India. En definitiva hay un desconocimiento y un descontrol total sobre los efectos y el uso de los gases fluorados», sostiene Pereiro.

Ahora un proyecto europeo con participación de la Xunta, la Universidad de Vigo y la Fundación Empresa Universidad Gallega (FEUGA) ha desarrollado una tecnología que podría ayudar a resolver el problema. Se trata de dos sistemas que permiten, por primera vez, separar y recuperar los gases utilizados en los sistemas de aire acondicionado y refrigeración para su reutilización tantas veces como se necesite.

Las dos tecnologías, que ya se han aplicado en sendos prototipos y estudios que demuestran la viabilidad de su aplicación a escala industrial, están basadas en procesos de la llamada química verde (diseñados para reducir o eliminar el uso de sustancias nocivas), nanotecnologías, materiales y procesos de separación avanzados muy fáciles de aplicar y con un coste de implementación suficientemente bajo como para hacer económicamente atractivo el reciclaje y reutilización de los gases de refrigeración.

La importancia de la nueva tecnología es que por primera vez se ofrece a la industria y a los gestores de residuos una alternativa barata de separación y recuperación de estos gases al final de su vida útil y se les devuelve su pureza y, por tanto, su eficiencia. De esta manera, se incentiva el reciclado y la reutilización de los gases tantas veces como se necesite, en lugar de su emisión a la atmósfera.