Pharmamar explica los secretos de sus antitumorales marinos

Joel Gómez SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

XOAN A. SOLER

«Hicimos lo que ya sugería Plinio el Viejo, pero que nadie había intentado», afirmó su presidente José María Fernández de Sousa-Faro

15 oct 2021 . Actualizado a las 08:47 h.

«Hemos desarrollado fármacos a partir de invertebrados de origen marino desde cero porque, cuando empezamos en 1986, nadie pensaba en el mar para encontrar nuevas medicinas. Nadie creía en nosotros ni en nuestra idea», afirmó José María Fernández de Sousa-Faro, presidente de Pharmamar, en el Clínico de Santiago. Explicó así el papel pionero de Pharmamar en el desarrollo de fármacos de origen marino. Presentado por la gerente, Eloína Núñez, y el jefe de Oncología, Rafael López, se refirió específicamente a los antitumorales de origen marino, dado que «somos líderes a nivel mundial con tres productos ya en el mercado» y un cuarto avanzado, al que también se refirió, aunque sin especificar detalles, por los condicionantes de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, advirtió.

«La naturaleza nos ha proporcionado excelentes medicinas, como la penicilina y muchos antibióticos, y otros, todos de origen terrestre», explicó. La originalidad de Pharmamar consistió en orientarse a buscar avances a partir de esponjas, corales, equinodermos, moluscos, y otros invertebrados marinos «bastante diferentes a lo que hay en la tierra. Hicimos lo que ya sugería Plinio el Viejo en el año 77 después de Cristo, pero que nadie había intentado de forma sistemática», insistió.

Indicó que la molécula que originó Yondelis, el primer antitumoral que prosperó con éxito, era muy compleja. La ofrecieron a varias farmacéuticas, que la rechazaron: «nos cuestionaron que sería imposible producirla por síntesis química», dijo.

Ante eso, Pharmamar puso en marcha 3 caminos para lograr la producción y garantizar el suministro de este compuesto: cultivos para lograr la molécula en Baleares, Túnez, Puerto Rico o Andalucía; una línea de investigación para su síntesis química, y otra para lograrla por ingeniería genética. En el éxito influyó que un especialista de la Universidad de Harvard (Estados Unidos) logró la síntesis en un trabajo académico en 44 pasos. Esa fue la base para que en Pharmamar encontrasen después una bacteria que reducía a 18 pasos la consecución de la síntesis química de la molécula. Así «logramos lo que muchas farmacéuticas dudaban que se pudiera lograr», dijo De Sousa-Faro.

Tres antitumorales

El resultado fue Yondelis, en el 2007, el primer antitumoral de origen marino, aprobado inicialmente para sarcomas de tejidos blandos y en el 2009 para cáncer de ovario. Fue, además, la primera vez que un empresa española logró la aprobación de un fármaco para el cáncer ante la Agencia Europea del Medicamento, resaltó. Después consiguieron Aplidina, aprobado en Australia para tratar el mieloma múltiple. Y el año pasado les aprobaron el tercero, en Estados Unidos, para el cáncer de pulmón microcítico, «que es dificilísimo de tratar». Tras esa primera autorización «han seguido Canadá, Australia, Singapur, Emiratos Árabes, y seguirán más países donde se está evaluando ahora. Es un hito importante», afirmó. Esos tres antitumorales de origen marino presentan «mecanismos de acción novedosos. Son compuestos muy interesantes, están sirviendo para enfermedades que antes no tenían un tratamiento».

Investigar un fármaco nuevo lleva de media 14 años: hay que descubrir la molécula, realizar los primeros estudios in vitro, confirmar que funciona y elimina tumores en animales y que lo toleran bien, y después el ensayo clínico en humanos con sus diversas fases «y finalmente, si tienes suerte, que lo aprueben. Es un camino largo», manifestó.