El control del fraude centró un encuentro organizado por La Voz y BBVA
09 oct 2021 . Actualizado a las 05:00 h.La digitalización ha abierto la puerta a nuevos modos de consumo. Con la pandemia, el auge del comercio por Internet se ha disparado y el crecimiento de las compras a través de la Red, si se cumplen las previsiones, seguirá en ascenso después de que el covid también haya forzado al pequeño comercio a dar el salto al mundo virtual.
El impacto que ha tenido el empleo de las nuevas tecnologías en el ámbito personal es claro. Lo mismo sucede en el plano profesional, con el teletrabajo volviendo a unos niveles de cierta normalidad después de más de un año y medio en auge.
Las oportunidades que nos brinda el mundo digital son infinitas, pero también lo son los riesgos que entrañan los ciberataques. Empresas y particulares se ven obligadas a proteger sus equipos y sistemas. La ciberseguridad ha entrado en juego y sobre sus desafíos versó un encuentro digital organizado esta semana por La Voz y BBVA.
Laura del Pino, responsable de Seguridad de la Información de Datos y Personas de BBVA en España, conoce bien la atmósfera en la que se mueven los ciberdelincuentes. Desde su cargo trata de velar, tanto por la seguridad de la información como por la concienciación en ciberseguridad para empleados y clientes. La digitalización -sostuvo- «trae muchas ventajas, pero también conlleva riesgos». En su opinión, los usuarios deben conocer bien a qué riesgos se enfrentan en el mundo digital para saber protegerse de ellos. Así, «hay que tener mucho cuidado con los correos electrónicos, SMS, llamadas en las que nos están solicitando información confidencial». Y, sobre todo, «nunca proporcionar ese tipo de datos, los personales, como el tipo de tarjeta, claves o contraseñas, tampoco a través de enlaces». Desde el punto de vista de la tecnología, las recomendaciones también son claras: «Proteger nuestros dispositivos, tener instalado un antivirus, descargar las aplicaciones de sitios oficiales y tener actualizados los equipos, navegadores y aplicaciones, porque a veces tienen vulnerabilidades que se corrigen de ese modo».
Disponer de una contraseña robusta también podría impedir la acción de unos ciberdelincuentes que no distinguen entre adultos y jóvenes. Así lo apuntó Manuel Fernández Veiga, profesor de la Escuela de Telecomunicaciones de la Universidade de Vigo y coordinador del Máster en Ciberseguridad. Tal y como explicó, «no por conocer mejor la tecnología o estar más habituados a ella son más conscientes de los riesgos de seguridad que implica un mal uso de la misma». Es más, matizó, «están por delante en el uso, suelen ser usuarios intensivos de redes sociales y esto les expone a otra clase de riesgos».
¿Y el perfil más sensible, más atractivo para los ciberdelincuentes? Israel Hernández, socio de PwC España, incidió en ello al señalar que «hay un segmento de mayores muy significativo porque la digitalización ha llegado a ellos. A nivel de menores, también hay un submundo alrededor de los gamer». Unos perfiles que no impiden que los ciberataques lleguen a todos los rangos de edad, sexo o localización. «Estos señores -añadió Hernández- quieren rentabilidad. Son cibermafias, invierten en generación de malware, de mecanismos para hackear personas y sistemas y quieren un retorno en forma de inversión económica».
Pandemia
La pandemia ha supuesto una gran oportunidad para los ciberdelincuentes. Una digitalización acelerada que impacta en el día a día de empresas y particulares. Hernández avanzó que «para el año 2021-2022, proyectamos un 70 % de ataques de phishing e ingeniería social a empresas en ese eje».
Combatir los ataques para garantizar las operaciones de empresas y usuarios
Con el doble objetivo de prevenir los ciberataques y garantizar la seguridad de todos sus clientes, tanto particulares como empresas, BBVA pone a su disposición diferentes herramientas que actúan de forma preventiva. El uso del doble factor es uno de ellos. Este código, indicó del Pino, «es de un solo uso y se utiliza para validar ciertas operaciones». La biometría es otra de las tecnologías utilizadas. «La entidad ha sido pionera en este campo, para confirmar y firmar ciertas operaciones, esto aúna seguridad con experiencia», manifestó la responsable de Seguridad de la Información de Datos y Personas de la entidad.
La cartera de servicios también incluye la configuración de alertas sobre cuentas y tarjetas, así como el control para apagarlas y encenderlas. Al margen de las herramientas dirigidas a los clientes, BBVA dispone de otras, de carácter interno, para tratar de prevenir el fraude. Se trata de equipos de operaciones que, -resumió Del Pino-, «están 24 horas al día, siete días a la semana, monitorizando toda la operativa de tarjetas y banca online» y que, ante cualquier operación sospechosa, «bloquea en tiempo real esa operativa. Se usan herramientas innovadoras mediante la inteligencia artificial, lo que se llama el uso de la biometría del comportamiento». La seguridad 360, subrayó, «es una prioridad en BBVA y vamos a seguir trabajando para proporcionársela a nuestros clientes».
Profesionales
En los últimos años, las empresas han entendido que invertir en ciberseguridad no supone un gasto sino una inversión. «Se están formando conciencias, tanto entre las grandes como en las pequeñas», aseguró el profesor Fernández Veiga, porque «el negocio de los ciberataques es una cuestión de rentabilidad. En la medida en que una empresa tenga datos e información valiosa deberá invertir más para proteger sus sistemas y para hacer que sean seguros». En este sentido, Israel Hernández -socio de PwC-, señaló que «hay que ponerse en manos de profesionales porque todos estamos dentro del objetivo directo o indirecto de estas cibermafias». Hernández también alertó sobre el riesgo que pueden sufrir las compañías por vectores de terceros. «Son proveedores de confianza, alguien más de tu equipo, pero no todos tienen el mismo nivel tecnológico ni hace las mismas inversiones. El auge en estos ataques se notará».