La tercera dosis de Pfizer tiene los mismos efectos secundarios que las dos anteriores

Melchor Sáiz-Pardo MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

En España las terceras dosis se están inoculando en las residencias y entre personas inmunodeprimidas
En España las terceras dosis se están inoculando en las residencias y entre personas inmunodeprimidas CAPOTILLO

El primer estudio a nivel mundial, realizado en Estados Unidos, determina que esa nueva inyección no supone más reacciones

29 sep 2021 . Actualizado a las 19:34 h.

La tercera dosis de Pfizer -la vacuna que ya ha sido inoculada en pauta completa más de 25 millones de personas en España sin apenas contratiempos- no causa efectos secundarios preocupantes. En realidad, las reacciones a este nuevo pinchazo de recuerdo son casi idénticas a las de las dos anteriores inyecciones, o sea molestias muy leves como hinchazón en la zona o fiebre.

Esta es la principal conclusión del primer gran estudio a nivel mundial sobre los efectos esta tercera dosis o booster que ha presentado en las últimas horas los Centros de Control y Prevención de Enfermedades de Estados Unidos (CDC, por sus siglas en inglés) y que insiste en que este pinchazo de recuerdo no está provocando efectos preocupantes.

Estados Unidos ha comenzado a inocular en los últimos días el tercer pinchazo a cerca de 20 millones de sus ciudadanos de diversos perfiles: mayores de 65 años, adultos con enfermedades como la diabetes u obesidad, personas sin hogar y presos, amén de los trabajadores con mayor riesgo de contagio, como sanitarios, profesores o empleados de tiendas de alimentación, profesores o cuidadores.

La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) de Estados Unidos autorizó el pasado 23 de septiembre esta dosis de recuerdo en pleno debate mundial sobre la generalización de ese tercer pinchazo, sobre todo cuando buena parte de la población del planeta todavía no ha recibido ni una primera dosis de la vacuna contra el coronavirus y mientras la Organización Mundial de la Salud (OMS) insiste en reclamar solidaridad a los países más avanzados.

En el estudio conocido ahora participaron cerca de 12.600 personas de las que han sido inoculadas en esta última semana con la tercera dosis de esta profilaxis de ARN mensajero y que completaron una encuesta. El 79,4% de los participantes afirmó haber experimentado dolor o inflamación en el lugar de la inyección tras la tercera dosis, comparado con el 77,6% que dijo haber sufrido esas molestias tras la segunda.

El 74,1% de los encuestados apuntó haber notado fiebre o dolor de cabeza tras recibir la dosis de refuerzo, frente al 76,5% que los experimentó después de ponerse la segunda vacuna.

En España, por el momento, el booster solo está autorizado para los cerca de 350.000 usuarios de residencias de mayores, además de grandes inmunodeprimidos, personas con trasplante de órgano sólido, los receptores de trasplante de progenitores hematopoyéticos (médula ósea), pacientes en tratamiento con fármacos anti-CD20 y enfermos con ciertos tratamientos inmunosupresores.

Presión a Europa

El último informe de los CDC sobre los escasos efectos secundarios mete todavía más presión a Europa para ampliar el tercer pinchazo a más colectivos. El Ministerio de Sanidad espera que la semana próxima la Agencia Europea de Medicamentos (EMA), en línea con la decisión del FDA, aumente los colectivos a los que inocular el tercer pinchazo. En la Ponencia de Vacunas y entre los expertos de Sanidad dan por seguro que la EMA, como ha hecho Estados Unidos, también dará luz verde a ampliar la tercera dosis a colectivos de edad avanzada, aunque no creen que por, el momento, recomiende la toma de recuerdo a los seis meses a toda la población en general por encima de los 16 años. Esa universalización de la tercera dosis la vienen reclamando desde hace meses los técnicos de Pfizer, que alegan que su fórmula llega a su máxima efectividad dos semanas de la inoculación de la pauta completa, pero que a partir de esa fecha su eficacia baja un promedio de un 6% cada dos meses.

La FDA, a pesar de de haber dado luz verde al pinchazo entre los más mayores, sigue considerando que no hay indicios suficientes para extender la vacunación de terceras dosis a la población general, lo que supone un varapalo a la Administración de Joe Biden, que había dado su apoyo explícito a la propuesta de Pfizer y que, incluso, había comenzado a hacer planes para iniciar la administración de esta tercera dosis a los mayores de 16 años este mismo mes de septiembre.

La posición del Gobierno de España y de la Comisión Europea es muy cercana a la de Biden. Los informes internos del Ministerio de Sanidad apuestan ya con poco disimulo por la extensión de la tercera dosis. Ya el pasado 23 de julio, la propia Carolina Darias, en una entrevista radiofónica ya aseguró que «todo parece apuntar a que tendremos que poner una tercera dosis», al tiempo que dio por hecho de que ese recuerdo iba a ser anual y que sería de la una profilaxis de ARN mensajero como la Pfizer.