Sanidad calcula que el frenazo vacunal será a principios de octubre con el 80 % de inmunizados

Melchor Sáiz-Pardo / Álvaro Soto COLPISA / MADRID

SOCIEDAD

CESAR TOIMIL

España se enfrenta a un nuevo escenario de mercado saturado con un porcentaje de negacionistas del 5 % que va a ser «casi imposible» de rebajar

14 sep 2021 . Actualizado a las 19:21 h.

Los expertos de la Salud Pública y de la Ponencia de Vacunas calculan que el frenazo de la campaña vacunal va a llegar principios de octubre y que se ese parón se va alcanzar con probablemente algo más del 80 % de los 47 de habitantes de España inmunizados. En la actualidad, el 78,5% de la población total de país ha recibido al menos el primer pinchazo y los especialistas creen que esa proporción ya no va a subir mucho más mientras no se autorice a vacunar por debajo de los 12 años.

Ese frenazo -que si nada cambia se va a producir de acuerdo con los cálculos milimétricos que manejaba desde marzo el Ministerio de Sanidad- está obligando a la Administración central a trabajar sobre un nuevo escenario de «práctica saturación del mercado», que ya ha se visto forzada a bloquear la entrega a las comunidades de casi 1,4 millones de viales para evitarles problemas de logística. Y es que a día de hoy las autonomías tienen en sus neveras un stock más que suficiente (más de 7,2 millones de las cuatro marcas disponibles) cuando solo quedan 7 millones de mayores de 12 años por completar la pauta.

Y ello teniendo en cuenta que todos los análisis de Sanidad apuntan a que acabará habiendo un 5 % de antivacunas de media nacional (2,1 millones de personas por encima de los 12 años), según avance la campaña de inmunización en los grupos de menor edad. Particularmente reacio se está mostrando el sector de la población en torno a los cuarenta años, donde más del 12% no se ha inoculado ni el primer pinchazo, y los treintañeros, con un 24% todavía sin recibir la primera toma y adelantados ya por los veinteañeros, adolescentes y niños.

No tirar la toalla

Con estas premisas, Sanidad y la Comisión de Salud Pública (en la que están representadas las comunidades) se preparan desde hace semanas para un nuevo escenario este otoño con varios puntos clave marcados por el equipo de Carolina Darias. La primera directriz ?según revelaron este responsables de Sanidad- es no tirar la toalla con los antivacunas y continuar brindándoles la opción de inmunizarse cuando quieran, por lo que ya se ha avisado a las autonomías que será necesario mantener un stock y una infraestructura mínima para poder inocular a esos reacios que acaben siendo convencidos. Las campañas de comunicación seguirán, según los planes de la administración central, aunque en Ponencia creen que bajar del 5% de negacionistas de la profilaxis va a ser «casi imposible».

El segundo gran desafío es logístico y tiene que ver con la caducidad de los viales. El Ministerio de Sanidad no solo ya ha pospuesto la entrega de inyectables a las comunidades sino que ha pedido a Pfizer que retrase hasta el 20 de septiembre el envío semanal de nuevas dosis. Y es que aunque el laboratorio estadounidense, con el que la UE tiene firmado un contrato de 1.800 millones de euros para el suministro de viales hasta 2023, es la apuesta principal de España para el futuro, lo cierto es que no hay un calendario que pueda servir de guía para evitar que los viales prescriban. Una caducidad que en el caso de Pfizer es de solo 6 meses después de su fabricación y siempre que se mantenga sin abrir y por debajo de los 70 grados negativos.

A la espera de la EMA

En Sanidad siguen esperando noticias de la Agencia Europea del Medicamento (EMA) para planificarse. Esperan que el regulador europeo en las próximas semanas dé luz verde a la inoculación con Pfizer a los algo más de 2,5 millones de niños entre los 6 y 11 años. También creen que en breve decidirá sobre la inoculación de más colectivos vulnerables, más allá de los inmunodeprimidos. Más va a tardar un veredicto sobre los niños entre 5 años y 6 meses. Pero la cuestión fundamental para la logística es saber si el regulador recomendará la tercera dosis para población general y cuándo. Una posibilidad que, de hacerse realidad, obligará a poner en marcha una nueva macro campaña con suministros listos y sin caducar.

A la espera de la llegada de ese momento, en Sanidad considera que el mercado español se encuentra en esa «saturación técnica» y el mayor desafío ahora es dar salida a los viales y no perder dinero. La donación a través de Covax funciona desde verano. España se ha comprometido a donar un total de 22,5 millones de las vacunas, de las cuales al menos 7,5 millones se destinarán a países iberoamericanos. Paraguay, Guatemala, Perú, Ecuador, Nicaragua, Costa Rica, Bolivia, Jamaica o Surinam ya se han beneficiado o se van a beneficiar de entregas.

De forma paralela y mucho más discreta, España ha comenzado a revender dosis. Eso sí -recalcan hasta la saciedad en Exteriores- al mismo precio de compra. por lo que «no está haciendo negocio». Este sistema -que se comenzó a practicar con Andorra (se le vendieron 30. 030 inyectables) por la imposibilidad del principado de entrar en los mercados internacionales- ya se está haciendo o explorando con Paraguay, Argentina, Honduras o Nueva Zelanda. Solo se conocen datos exactos de la venta a este último país, ya que l a primera ministra de Nueva Zelanda, Jacinda Ardern, la pasada semana agradeció públicamente la gestión del Gobierno de España para el envío de más de 250.000 dosis de Pfizer.