Estados Unidos obliga a los trabajadores públicos a vacunarse contra el covid-19

La Voz

SOCIEDAD

KEVIN LAMARQUE | reuters

La norma afecta a los empleados civiles federales y a los contratistas que trabajan para el Gobierno, que en total suman más de 12 millones de personas

09 sep 2021 . Actualizado a las 18:06 h.

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunciará esta tarde en un discurso desde la Casa Blanca a las 17.00 hora local (23.00 hora española) la vacunación obligatoria contra el covid-19 de todos los empleados públicos civiles -un total de 2,1 millones de personas- y de los trabajadores de compañías contratistas del Gobierno federal -unos diez millones-. El mandatario, que delineará sus planes para frenar al avance de la variante delta en el país, confirmará en su intervención su intención de administrar una tercera dosis de la vacuna para reforzar la inmunidad entre la población.

Con la vacunación obligatoria, el Ejecutivo estadounidense endurecerá las exigencias sobre los empleados federales, que hasta ahora tenían dos opciones: o inocularse el suero contra el coronavirus o someterse a pruebas diagnósticas regularmente. Además, presionará a las empresas privadas para que también exijan la vacunación de sus asalariados.

A finales de agosto el Departamento de Defensa ordenó la vacunación de todos sus soldados, tanto en activo como en la reserva, como parte del impulso por aumentar la inoculación entre la población estadounidense.

Sin embargo solo el 53,3 % de los estadounidenses ha recibido la pauta completa frente al 73,2 % de cobertura española. No obstante, la distribución regional es sumamente desigual al otro lado del océano, con especial rechazo al pinchazo en el sur del país, en estados como Alabama, Luisiana o Misisipi, donde los niveles de vacunación caen preocupantemente.

La expansión de la variante delta vuelto a poner a EE.UU., el país con más muertes por covid-19 del mundo, en una situación complicada. Su cifra diaria de casos volvió a superar los 150.000 la semana pasada por primera vez desde enero, lo que ya se traduce en hospitales de nuevo saturados y en más de mil fallecimientos cada día.