El presidente de la Xunta culpa al Gobierno central de no amparar a los tribunales con una ley estatal
14 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.A primera hora de la mañana del viernes, los servicios jurídicos de la Xunta solicitaron al TSXG que ratifique la exigencia de pedir el certificado covid para poder acceder a los locales de hostelería de los concellos en nivel alto y máximo —55 desde esta madrugada—, y a los de ocio nocturno en niveles medio y medio-bajo, los otros 258. Lo hace unas horas después de que el alto tribunal declarase que pedir esta documentación carece de vigencia porque no se pidió autorización judicial para hacerlo, cuando es una medida restrictiva de los derechos fundamentales.
A la espera de lo que resuelva el tribunal, el presidente de la Xunta, Núñez Feijoo, defiende claramente la medida, «la mayoría de los países de la UE están exigiendo el certificado covid para entrar en lugares públicos y cerrados, Portugal, Francia, Italia...», explicó en un acto en Pontevedra, «entendemos que ese certificado debe de tener una utilidad para las personas. No tiene sentido utilizarlo solo para viajar en un avión, estamos vacunando y las personas vacunadas tienen un grado de inmunidad muy alto, algo bueno para ellos y también para el sector hotelero».
Sobre el tirón de orejas del TSXG, quien recrimina a la Xunta haber pedido autorización judicial para aplicar la orden del 21 de julio, que limitas la reuniones en ámbito público y privado, pero no para la orden del 22, en la que se exige este certificado covid, Feijoo asegura que la asesoría jurídica entiende que la ley gallega de salud —que acaba de ser desbloqueada por el Constitucional— da competencias a la comunidad para tomar esa medida, «pero si el tribunal considera que debe ser ratificada lo hemos solicitado, esperemos en los próximos días conocer su decisión».
Varios tribunales lo rechazan
El alto tribunal gallego siempre ha refrendado las medidas que la Xunta solicitó para hacer frente a la pandemia. De hecho, los magistrados dieron el visto bueno hace unas semanas a la limitación al derecho de reunión incluso en los domicilios privados, que recoge la orden del 21 de julio. No obstante, en este caso hay un contexto que juega en contra de Galicia, y es que sería la única comunidad de España en la que se avala esta medida, después de que los tribunales superiores de Andalucía, Cantabria y Canarias la desautorizasen.
Cierto es que con la pandemia ha habido decisiones arbitrarias en todas las comunidades, con toques de queda o cierres perimetrales avalados en unas autonomías y desautorizados en otras. En este sentido es fundamental que la solicitud que la administración pertinente presenta en el tribunal esté perfectamente justificada y fundamentada.
Culpas al Gobierno central
La alternativa a no presentar este certificado, recordó Feijoo, sería en los concellos de incidencia alta el cierre de los locales de hostelería, por lo que confía en que los tribunales den la autorización a esta medida. No obstante, Feijoo culpó al Gobierno central de dejar a los tribunales en una situación complicada «ante una ausencia de ley estatal, por eso las comunidades estamos dando botes de un lado para otro en función de la interpretación que hagan los tribunales superiores».
Bares y pubs no tienen que pedir este requisito hasta que la justicia resuelva
Lo paradójico de esta situación es que hasta que resuelva el TSXG, bares, restaurantes y locales de ocio nocturno no tienen que pedir a sus clientes ningún tipo de requisito para acceder al interior de sus locales. Justo a las puertas del fin de semana más festivo del año, cuando se concentran las reuniones familiares y el turismo.
Se dan otro tipo de contradicciones como que en los concellos que están en nivel medio las terrazas de los pubs y otros locales de ocio nocturno pueden permanecer al cien por cien de su aforo hasta las tres de la madrugada, y las de la hostelería solo al 50 % hasta la una. La diferencia hasta ahora era que en las primeras había que presentar el pasaporte covid, pero al no tener vigencia legal podrán estar al máximo de su ocupación sin ningún tipo de requisito.