Residencias gallegas reviven los brotes y elevan los cribados para frenarlos

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SOCIEDAD

Oscar Vázquez

Hay 78 casos en Galicia, la mayoría leves o asintomáticos por la vacuna

06 ago 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un total de 18.643 casos de coronavirus en Galicia, 78 en residencias. Algo ha cambiado en la transmisión del covid y ese algo se llama vacuna. Las residencias de mayores y de atención a la discapacidad fueron las primeras en blindarse y los resultados están ahí. Pero desde el mes de julio, teniendo en cuenta la elevada transmisión comunitaria del covid, han empezado a aparecer brotes en estos centros, por lo que la Xunta ha decidido tomar medidas. Desde hace semanas la Consellería de Política Social decidió incrementar los cribados al ver la incidencia poblacional, por lo que se realiza uno semanal a todos los profesionales vacunados y no vacunados.

En estos momentos hay 78 casos de covid en residencias, 46 son usuarios de centros de mayores y 32 de atención a la discapacidad. El último brote ha sido en la residencia Val de Monterrei, en la provincia de Ourense, con 18 casos confirmados, mientras que el más numeroso es el del Fogar e Clínica de San Rafael, en Vigo, con 31 contagios. Hay doce centros con infectados, aunque en varios solo hay un positivo, por lo que ni siquiera puede considerarse brote.

La situación en las residencias gallegas está mucho más controlada que en otras autonomías. En Madrid ayer mismo entró en vigor un nuevo protocolo en el que se recomienda limitar las visitas para evitar los contagios. También Castilla-La Mancha va a restringir estos encuentros a dos días a la semana y tanto usuarios como trabajadores y visitantes tendrán que llevar mascarilla en todo momento. Mientras, la ministra de Sanidad, Carolina Darias, admitió su preocupación por la situación de las residencias de mayores, por lo que convocó la Ponencia de Alertas y Emergencias con el fin de proponer medidas para que las residencias y los centros sociosanitarios sigan siendo entornos seguros.

Aquí, los contagios en residencias son un porcentaje mínimo del total, no como cuando empezó la pandemia. Entonces las principales víctimas fueron los mayores, sobre todo los de estos centros. Tres ejemplos demuestran cómo ha cambiado el comportamiento del covid. El 8 de diciembre del 2020 había 5.996 casos en Galicia, 531 en residencias, casi el 9 %. El 27 de enero, con la primera dosis de vacuna, había en la comunidad 21.293 positivos, 827 en residencias, el 3,88 %. Y ayer eran 18.643 infecciones, 78 en residencias, el 0,42 %.

Apertura de centros

Una de las primeras decisiones tras la llegada del covid fue cerrar a cal y canto estos centros para evitar que entrase el virus, algo que no se consiguió. Poco a poco se han ido abriendo y recuperando la normalidad, y la última normativa entró en vigor hace menos de dos meses, el 19 de junio, cuando la evolución del coronavirus era bastante positiva. En una resolución de Sanidade y Política Social se decidió eliminar los grupos burbuja, las limitaciones a las salidas de los residentes, a las salidas socioculturales o a las visitas semanales. De hecho se permite ahora un mínimo de tres a cada residente, y a cada una de ellas pueden acudir dos personas o incluso más si la organización del centro lo permite. Se trata de que los mayores recuperen la normalidad, eso sí, sin bajar la guardia.

¿Cómo se gestiona un brote de covid en una residencia?

¿Qué ocurre cuando surge un brote en una residencia? Constantino Piñeiro, personal de la Consellería de Política Social, sabe la respuesta. Es el encargado de acudir a estos centros cuando aparecen los positivos.

Supervisión

Públicas y privadas. El personal de la consellería supervisa todos los brotes, sean de residencias públicas, concertadas o privadas. De hecho, las primeras que se intervinieron en Galicia eran privadas.

Contagiados

De todos los usuarios a unos pocos. «Antes podía haber gromos totais habitualmente, agora son parciais», explica Constantino. Es decir, el control de los brotes en residencias es más sencillo ahora porque el número de personas contagiadas suele ser inferior. Además, «os traballadores ao estar vacinados apenas se contaxian, no caso dos residentes non tanto porque no día a día o uso da máscara non é tan frecuente».

Fuente del contagio

Casi siempre, residentes. En la fase previa a la vacunación el 98 % de los brotes tenían su origen en un trabajador. Las residencias estaban cerradas a cal y canto pero un trabajador con covid contagiaba a un usuario, y este a los demás. Ahora ocurre al revés y al normalizarse las salidas puede ocurrir que un mayor traiga el virus al centro.

Cómo actuar

Más flexibilidad en función del caso. Con residentes y trabajadores vacunados la Xunta actúa ahora con mayor flexibilidad cuando se detectan casos en una residencia. Depende por ejemplo de si el origen está controlado o si la transmisión interna está más avanzada, que es cuando el personal de la Consellería acude para supervisar el control del brote. Sí se mantienen medidas como la de separar a los usuarios positivos de los negativos, hacer cribados y rastrear los contactos estrechos para cercar los casos.

Las visitas

No se limitan, sino que se busca un equilibrio. «Intentamos ter un equilibrio entre risco e beneficio», apunta Constantino Piñeiro. Se trabaja con cada caso «porque non hai dous gromos iguais». En función de la trazabilidad o de si el origen del brote es conocido o no se actúa de forma más o menos agresiva, «pero procuramos non tomar medidas tan drásticas como antes da vacina con illamento estrito en habitación; agora intentamos non trastocar innecesariamente a vida diaria das persoas que cremos que non estiveron en risco», dice Piñeiro.

Consecuencias

Sintomatología leve. Prácticamente el cien por cien de los casos son asintomáticos o con sintomatología leve, lo que disminuye la necesidad del personal de refuerzo para atender a los positivos. En Galicia prácticamente el 100 % de los residentes se vacunaron, alguno incluso por decisión judicial al estar incapacitado. En cuanto a los trabajadores de estos centros, el porcentaje es un poco más bajo pero también próximo al cien por cien.