Galicia entra en agosto en situación de riesgo extremo por el virus

M. pérez / r. romar REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Punto habilitado en Ribeira para hacer el test de antígenos
Punto habilitado en Ribeira para hacer el test de antígenos CARMELA QUEIJEIRO

El resto de España también está en rojo, pero la situación general, a diferencia de la comunidad, indica una contención

02 ago 2021 . Actualizado a las 09:03 h.

Martes 27 de julio. La quinta ola de coronavirus toca techo en España con una incidencia a 14 días de 701,92 casos por 100.000 habitantes. A partir de esa fecha la epidemia parece contenerse con una leve, pero sostenida caída en los contagios durante tres días consecutivos -la IA el viernes, el último día en que se publicaron datos, fue de 687- que indican un probable, aunque lento descenso. Galicia, sin embargo, se aleja de la fotografía general y finaliza el mismo período con un muy leve repunte -la IA pasó de 674,7 a 674,9-, pero en ascenso al fin y al cabo, lo que se traduce que aún no ha alcanzado el pico de contagios, algo que se espera que ocurra esta semana, según las previsiones del comité clínico.

Pero, de una forma o de otra, la tozuda realidad pandémica indica que tanto Galicia como España ha entrado en el mes de agosto en una situación de riesgo extremo de coronavirus si se atiende a los indicadores principales de seguimiento del covid del Ministerio de Sanidad, en los que no solo se tiene en cuenta la incidencia de los contagios, sino también la positividad de las pruebas, el porcentaje de casos con trazabilidad y la utilización de los servicios sanitarios, tanto los ingresos en hospitalización convencional como en las ucis.

De esta radiografía Galicia sigue muy mal parada en cuanto a la incidencia, ya que más que duplica el nivel extremo, situado a partir de 250 infecciones por 100.000 habitantes a 14 días o demás de 125 a siete. En este último indicador, la comunidad se sitúa en 319,5, por encima de la media nacional de 302, lo que significa que está un poco más lejos que el resto de España en su conjunto en superar las cadenas de transmisión del virus.

Según los indicadores del ministerio, la positividad de las pruebas diagnósticas -el porcentaje de positivos detectado en los test- es del 12,5 %, mejor que el 15 % de media nacional, pero muy por encima de menos del 5 % que recomienda la OMS, mientras que el porcentaje de casos con trazabilidad es del 45 %, por debajo del promedio estatal del 49 %.

La situación es mejor en la ocupación de camas uci -4,40 % por la media nacional del 14,8 %- y de hospitalización convencional -3,40 % por 6,8-, pero los últimos datos no son buenos en estos dos parámetros. La Xunta notificó ayer a 44 ingresos en ucis, cuatro más, y 272 pacientes ingresados en otras unidades, 11 más que en la jornada precedente.

Los nuevos contagios también experimentaron un repunte, con 1.300 más, lo que rompe la tendencia de los últimos días, ya que desde el pasado día 28 de julio no se superaban los 1.258.

En cuanto a la situación general del país, los datos de incidencia acumulada apuntan a que España ya ha alcanzado el pico de la ola y la cifra de positivos que se detecta cada día ha empezado a descender, pero la ocupación de camas y la mortalidad no baja al mismo ritmo que lo hace la incidencia. «El pico de ocupación hospitalaria no llegará hasta dentro de dos o tres semanas y el de mortalidad, hasta dentro de cuatro semanas», explica el epidemiólogo de la Universidad de Alcalá Pedro Gullón.

Al inicio de la quinta ola, el día 22 de junio, había 2.691 pacientes ingresados en hospitales por la covid-19. El 27 de julio, justo un mes después, el número de ingresados fue de 9.522. En un mes, la cifra de ingresos en España se disparó y aumentó en más de 7.000. En cuanto a la incidencia acumulada (IA), el día 22 de junio se situaba en 92 casos por cada 100.000 habitantes a 14 días y en el pico de la ola, que se registró el pasado 27 de julio, esta cifra subió hasta los 700 casos por cada 100.000, lo que supone un aumento de 608 puntos y sitúa toda España en nivel de alerta extremo, según el semáforo covid aprobado por el Ministerio de Sanidad.

Sin embargo, si ponemos en comparación la quinta ola con la tercera, en el pico de esa se registraron 32.023 pacientes ingresados (1 de febrero), de los cuales 4.894 precisaron cuidados de uci. Ahora, en el pico de esta quinta ola, el número de contagios supera los cuatro millones, sin embargo, menos de 10.000 pacientes han precisado cuidados intensivos.

«Si esto hubiera ocurrido sin vacunas, el drama sería parecido al de la primera», apunta Gullón. «El patrón de movilidad y de contacto social era distinto por las épocas, y con la vacuna se ha logrado que el impacto sea menor en fallecimientos y hospitalizaciones», destaca Mario Fontán, experto en Salud Pública.