La vacuna de los jóvenes en Ourense lleva el cribado incluido

lúa rodríguez, r. n.

SOCIEDAD

Agos Iglesias

El objetivo es aprovechar que acuden a inmunizarse para detectar casos

28 jul 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

El área sanitaria de Ourense, Verín y Valdeorras fue pionera en la puesta en marcha de la autocita para los cribados: el pasado mes de abril 1.500 vecinos de O Barco y Rubiá se registraron de manera voluntaria para hacerse una PCR. El objetivo, como el de todas estas citas masivas, era detectar casos asintomáticos de coronavirus y cortar cuanto antes la transmisión. La misma línea sigue la última iniciativa del Sergas en Ourense: ha puesto en marcha un nuevo servicio para intentar controlar el aumento de la incidencia de las últimas semanas, principalmente entre los más jóvenes. Y hasta le han puesto nombre: el «VaciCrib». Así han bautizado al dos por uno que ofrecieron este martes en Expourense a aquellos que estaban convocados a vacunarse. Eran personas de entre 20 y 29 años que tenían una cita en el recinto ferial de la ciudad de As Burgas, junto a algunos repescados, de más edad, y otros más jóvenes, de entre 16 y 19, pendientes tras la inscripción de la pasada semana.

Después de recibir la primera dosis de Pfizer, se les ofreció someterse a una PCR de forma voluntaria, durante los quince minutos de espera que se recomiendan tras el pinchazo. «Na procura de aproveitar cada posibilidade, propuxémonos levar a cabo algo tan innovador e práctico como ofrecer directamente no punto de vacinación a posibilidade de realizar un test ou PCR», explicaban desde el Sergas.

«El 70 % quieren hacérsela porque les da más tranquilidad», aseguró Josefa Rodríguez Araújo, coordinadora de la vacunación en el área sanitaria de Ourense. Así, una vez que mostraban su código QR y se vacunaban, una enfermera les informaba de la posibilidad de hacerse la prueba. Los que aceptaban, de forma voluntaria, tenían que pasar a una zona especialmente habilitada, donde les emitían una cita e imprimían etiquetas para los tubos de muestras. De ese modo, el tiempo que tenían que esperar sentados por si se encontraban mal, muchos lo invirtieron en hacerse la PCR.

«No pasa nada si se da positivo después de poner la vacuna. Pero si es así, tienen que hacer cuarentena y estar en aislamiento, nada más», aclaró la coordinadora. Y ahí está la clave para frenar los contagios que, en esta quinta ola, se dispararon por la ausencia de síntomas y la elevada interacción social.

La respuesta que tuvo entre los jóvenes convocados —más entre las mujeres que entre los hombres— fue positiva. Xurxo Gerpe, de 18 años, fue uno de los que se animó a hacer el cribado: «Todo o que sexa prevención é positivo». Álvaro Fernández, de 19 años, también lo vio como una oportunidad. «Es una gran idea porque hay más control sobre la gente que va a vacunarse». Las hermanas Ángela y Mara, de 19 y 16 años respectivamente, se anotaron a través de la autocita a la vacunación y, además, participaron en el cribado voluntario. «Nos parece una idea estupenda», aseguró Mara.

La semana pasada el área sanitaria de Ourense ya había organizado una prueba piloto con los ourensanos de entre 16 y 19 años que acudieron a su primera cita con la vacunación. Tras recibir el pinchazo les ofrecieron la posibilidad de hacerse un test de antígenos. «Fue una iniciativa que nos pareció muy positiva, dada la incidencia que estamos teniendo ahora mismo», aseguró Josefa Rodríguez Araújo, que vio en la presencia de los jóvenes en el recinto de vacunación una oportunidad. Y es que hay que recordar que la respuesta a la convocatoria de cribados en las últimas semanas fue tibia por parte de la población a la que iban dirigidos, entre los 16 y los 35 años. En el mejor de los casos acudían la mitad de los convocados. En otros solo el 35 %.

Desde el área sanitaria explican que el objetivo es hacer más selectivos los cribados, enfocándolos en la población de menor edad, más movilidad y más contactos sociales.