El Sergas estrenó los siete robots Da Vinci operando esta semana a 18 pacientes de urología

Elisa Álvarez González
Elisa Álvarez SANTIAGO

SOCIEDAD

cedida

Esta tecnología reduce la pérdida de sangre, el dolor y las secuelas

23 jul 2021 . Actualizado a las 18:12 h.

En lugar de actuar de forma directa sobre el paciente, el robot Da Vinci permite al cirujano manejar los mandos de un equipo extremadamente preciso que se encarga de la cirugía laparoscópica. Es, en palabras de los que estrenaron este sistema, «la plataforma quirúrgica más avanzada que existe en la actualidad». La Xunta anunció en mayo la compra de siete equipos Da Vinci, uno para cada área sanitaria, por un importe de 20,5 millones de euros. El 11 de junio se adjudicaron estos sistemas a la empresa Abex y la previsión del Sergas era realizar las primeras intervenciones quirúrgicas en septiembre.

Pero la implicación de los profesionales y su rápida formación han acortado los plazos y este misma semana el Da Vinci se estrenó en las siete áreas sanitarias de la sanidad pública gallega. Lo hizo en los servicios de urología, con nueve intervenciones el martes y otras nueve el miércoles, y en todos los casos para proceder a una extirpación total de próstata en 18 pacientes con cáncer, dos o tres por cada área sanitaria.

Julio García Comesaña, conselleiro de Sanidade, y Jorge Aboal, director xeral de Asistencia, presentaron los avances de esta plataforma en una comparecencia en la que estuvieron acompañados por los equipos de urología de las siete gerencias a través de videollamadas. Andrés Rodríguez, jefe de servicio en Ferrol, explicó cómo funciona este robot y cuáles son las ventajas para el enfermo. No se trata de un equipo autónomo, sino que debe ser un cirujano quien lo maneje, pero en lugar de operar directamente mediante laparoscopia el especialista se sienta en una consola y maneja los mandos del robot.

Su principal ventaja es la precisión, que se consigue entre otros motivos por la excelente visión del campo quirúrgico, la elevada maniobrabilidad o el aumento de la imagen. Esto permitió en las 18 intervenciones de próstata que estrenaron este sistema, por ejemplo, lograr cotas elevadas de continencia urinaria y potencia sexual, es decir, reducir las secuelas de la operación. Además, se reduce la fatiga del cirujano, lo que redunda de igual modo en un mayor éxito de las intervenciones. Al final, lo importante es que la tecnología conlleve un mayor bienestar para el paciente, y con estas cirugías se evita dolor, se reducen las estancias del posoperatorio, la pérdida de sangre durante la operación y las secuelas.

Las intervenciones las realiza un urólogo hasta que alcance la curva de aprendizaje, y una vez lograda se sumará el siguiente profesional y así sucesivamente.

Tras adquirir los equipos el Sergas puso en marcha cuatro subcomisiones -una de urología, otra de ginecología, otra de otorrinolaringología y una cuarta de cirugía general- ya que son las especialidades en las que en principio van a utilizarse más estos equipos, y que además están implantadas en las siete áreas sanitarias. La previsión es que en septiembre u octubre arranquen las operaciones en ginecología y cirugía general, una vez que haya concluido la formación de los profesionales. No se descarta que se amplíen a otros servicios, y de hecho ya se ha trabajado con cirugía torácica. Ahora, el Sergas debe elaborar un protocolo para determinar los tiempos de uso del robot que tendrá cada servicio.