Arnau, ganador de «MasterChef»: «El foso me hizo más fuerte, me vine abajo pero lo supe aprovechar»

Mónica Pérez
Mónica Pérez REDACCIÓN / LA VOZ

SOCIEDAD

Javier Lizón

En cada prueba de eliminación el catalán creía que se iba a marchar del programa

14 jul 2021 . Actualizado a las 15:49 h.

Arnau París, de 32 años, se coronó la madrugada del martes al miércoles como el ganador de MasterChef. Uno de los concursantes que se ha enfrentado a más pruebas de eliminación en esta edición, logró coronarse como vencedor con un plato principal, Bosque, que esta semana se incluye en la carta del restaurante del programa en Madrid. El catalán repasa su paso por el programa cuando está a punto de salir, en apenas unos días, su libro de recetas.

-Enhorabuena, ¿cómo se siente como ganador de «MasterChef»?

-Es una sensación muy difícil de explicar porque esto de cumplir un sueño es algo con lo que no me había encontrado nunca antes. Y aparte por mucho que estuviéramos veinte horas hablando no sabría transmitírtelo en palabras.

-El último programa fue especialmente emotivo, con ese recuerdo a sus padres.

-Sí, al final yo creo que soy quien soy gracias a la gente que me rodea, a mis padres, mi familia, mis amigos. Ellos forman y han sido parte de lo que soy hoy en día. Es una forma de agradecérselo, la actitud luchadora, el perseguir tus sueños, es algo que me han enseñado en casa desde pequeño.

-Tras ser el rey del foso, ¿alguna vez se vio como finalista o ganador?

-Nunca, en cada foso pensaba que me iba a mi casa. En la final cuando me dieron la primera chaquetilla fue alucinante, y en el duelo final con Meri, hasta que David Muñoz no se levantó a aplaudir no dije, bueno, ahora ya igual sí que va en serio. Nunca me vi cómo ganador, iba partido a partido, minuto a minuto y cocinado a cocinado.

-¿El foso le hizo más fuerte?

-Sí, el foso te hace más fuerte, es la clave en MasterChef. Al final más fosos son más cocinados, más gestión de nervios y estrés, aprender a ser más resolutivo, enfrentarte a distintas técnicas y tipos de cocina. Para mí ha sido el gran maestro. A mí me ha puesto contra las cuerdas, en el programa cinco me vine abajo y a partir de ahí lo supe aprovechar.

-¿Se imaginaba una final con Meri o a quién veía cómo máximo rival?

-Rivales a batir eran todos y cada unos de ellos de los otros quince. A partir de aquí para mí el ganador era yo, y si no María Tomelloso, llegó Meri a la final porque se lo curró y por méritos propios. Fue una final preciosa, una duelista espectacular y estuvo muy ajustada.

-El menú de la final está inspirado en sus orígenes, en su familia. ¿Siempre lo tuvo claro?

-Al final es un menú que te tiene identificar y a mí los platos que preparé están en mi día a día. La coca de recapte la como una vez por semana, el mar y montaña me alucina, y la crema catalana es un postre que me pirra. Fácil y de toda la vida, que los hemos hecho en casa. Y ahora subimos otro nivel y lo refinamos y a darle el toque personal de Arnau.

-¿Qué planes tiene ahora?

-En octubre me voy al Basque Culinary Center seis meses, que esto me alucina. Luego quiero hacer prácticas internacionales, fuera de España si puedo. Y yo ya tengo un proyecto arrancado de gastronomía en Lérida, en la masía familiar, Molí la Vansa, donde hacemos eventos gastronómicos los sábados. Allí acercamos al comensal al origen del producto, viene a cenar donde se hacen las cosas en el propio molino e intentamos hacer a la gente consciente del trabajo que hay detrás de cada uno de los platos.