Cataluña vacunará a los hijos de los sanitarios ante la alta incidencia en el sector, que ya supera las 800 bajas por covid

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Un adolescente recibe la vacuna del covid en Israel
Un adolescente recibe la vacuna del covid en Israel AMIR COHEN | reuters

A diferencia de lo que ocurría en la primera ola, las infecciones no se están produciendo ahora en el trabajo, sino en casa

12 jul 2021 . Actualizado a las 19:43 h.

El Departamento de Salud de la Generalitat trabaja para empezar a vacunar en breve a hijos jóvenes y adolescentes del personal sanitario con el fin de evitar que infecten a sus padres y que incrementen así las bajas laborales por covid-19, que ya ascienden a 827 en toda Cataluña.

A diferencia de lo que ocurría en la primera ola, en esta quinta las infecciones de sanitarios no se producen en el trabajo, sino en el entorno más cercano, en la familia, sobre todo a través de hijos adolescentes y jóvenes, franja de edad en la que más circula el virus.

Según informó el Departamento de Salud este lunes, la previsión inicial era vacunar a los hijos adolescentes de sanitarios a la vuelta del verano, pero todo se ha acelerado y, ante la explosión de contagios entre los más jóvenes, en este momento la Generalitat ya trabaja para aplicarlo «de forma inmediata».

Entran en este plan todos aquellos convivientes de personal sanitario que formen parte de las franjas de edad abiertas a la vacunación actualmente, es decir, a partir de los 16 años. Los beneficiarios son principalmente los más jóvenes (de 16 a 29 años), aquellos que mayoritariamente viven con sus padres y aún tienen bajas tasas de vacunación (16,6 % con primera inyección).

Si la semana pasada había unos 700 profesionales de la sanidad catalana de baja por covid-19 -un colectivo ampliamente vacunado con pauta completa desde hace meses-, ahora la cifra ya asciende a 827, según la última actualización del Departamento de Salud. En apenas siete días se ha incrementado en más de un centenar.

La vacuna no asegura que no pueda haber una infección, pero sí reduce sustancialmente el riesgo de complicaciones, de ahí que la gran mayoría de sanitarios contagiados sean asintomáticos, pero igualmente deben estar de baja y guardar cuarentena para evitar posibles contagios, lo que reduce drásticamente el personal sanitario disponible.