La concursante santiaguesa se quedó el pasado martes a las puertas de la final
09 jul 2021 . Actualizado a las 11:37 h.Ofelia, santiaguesa de 29 años, forma parte de la historia de MasterChef. El martes tuvo que despedirse de las cocinas, quedándose a un paso de la gran final, pero, aún así, esta amante de los caballos, que no ha dejado indiferente a nadie tras su paso por el reality gastronómico, solo tiene buenas palabras sobre el concurso.
-Se ha quedado a las puertas de la gran final. ¿Cómo se siente?
-Agradecida, yo soy una persona que piensa que todo es para bien, así que solamente siento gratitud. El programa me ha dado mucho, me llevo tanto que me siento ganadora. No sé si el ganador se llevará tanto dentro como yo, ojalá que sí.
-Y encima frente a María, con la que siempre ha tenido rifirrafes. ¿Fue peor ‘perder' contra ella? ¿Mantiene relación con ella tras el programa?
-Jajaja, a mí me daba igual contra quién perder, yo competía contra mí misma, mejorando cada día y sacando una nueva versión mejorada de mí. En este caso fue con María, no pasa nada. Yo mantengo una relación formal con todos, pero nuestros caminos son diferentes y lo único que les deseo a mis compañeros es éxito.
-¿Qué le llevo a presentarse a «MasterChef»?
-Mi pasión por la cocina, que proviene de mi abuela paterna, a la cual he despedido hace poco. Cada día recuerdo miles de platos que me hacía, con tanto amor, que por ello quizás la despedida se la dedico a ella. Me vio los primeros programas, y, aunque me veía más gorda, estaba muy orgullosa de mí.
-Cuando entró en Masterchef, ¿pensó en algún momento que llegaría a la semifinal? ¿Cuáles eran sus expectativas?
-Mis expectativas eran aprender, evolucionar, conquistar la admiración -como persona- de Jordi Cruz y entretener al público, creo que he cumplido con todas. Jordi Cruz me aprecia, quizás no sé si por mi cocina, pero sí por mi paso por el programa. He aprendido muchísimo, evolucionado un montón y vosotros… Os habéis reído, ¿no? Pues misión cumplida.
-Durante el programa ha sido apoyada y criticada por el público, casi a partes iguales, por su carácter. ¿Cómo ha afrontado esa parte?
-Solo pienso en lo positivo. La gente que critica que haga los castings durísimos, que luche contra 70.000 personas, que entre en las cocinas de MasterChef, que quede quinta y después me juzgue. Es tan fácil juzgar, lo difícil es amar, eso es solo para valientes, criticar es de flojitos.
-Decía en la despedida que Masterchef era mucho más que un concurso de televisión. ¿Con qué momento se queda de su paso por el programa?
-Me quedo con todo, pero mi momento favorito fue la prueba de exteriores del programa nueve, cuando cociné mano a mano con Jordi Cruz y sentía cómo me miraba orgulloso de mi trabajo.
-¿Qué planes tiene tras «Masterchef»? ¿Más televisión, algo relacionado con la gastronomía...?
-Me encanta la televisión y me entusiasma la cocina. Me gustaría poder hacer cocina saludable para jinetes, ellos también son deportistas de élite y no solo los caballos. Que en los eventos hubiese comida healthy y, sobre todo, seguir grabando recetas y entrevistas con deportistas. Hay que vincular el mundo de la cocina saludable con ellos, dado que es su futuro.
