Galicia registra más de 1.600 nuevos contagios en la última semana

Uxía Rodríguez Diez
u. rodríguez LA VOZ

SOCIEDAD

ADRIÁN BAÚLDE

Esta tarde se reúne el comité clínico, que estudiará medidas encaminadas a reducir la incidencia entre los jóvenes

06 jul 2021 . Actualizado a las 12:23 h.

1.629 nuevos contagios detectados en la última semana en Galicia. Hay que retroceder hasta febrero para encontrar siete días con un nivel tan elevado de positivos. Una cifra a la que se llega tras seis jornadas consecutivas por encima de los dos centenares de contagios cada 24 horas. Entre las seis de la tarde del domingo y la misma hora del lunes se registraron 235. La tasa de positividad, que sirve para «medir» en última instancia el nivel de circulación del virus en un territorio, supera de nuevo la barrera del 5 % fijada por la OMS para dar por controlada la pandemia y roza el 6 %.

El principal foco de los últimos brotes está centrado en los jóvenes de entre 12 y 29 años. La incidencia acumulada en esta franja de edad en Galicia es de 260 casos por 100.000 habitantes a 14 días, es decir, el triple que la media de la comunidad -88 casos-. A pesar de las elevadas tasas, la gallega sigue suponiendo la mitad de la media nacional, 600 casos en este grupo de jóvenes y 204 a nivel global.

El número total de casos activos asciende a 2.638, 172 más que en el balance anterior. Los infectados se incrementaron un 81 % desde el día de San Juan, que marcó el punto de inflexión en una curva descendente hasta ese momento. Las áreas de Vigo y Pontevedra acumulan en la última jornada el mayor crecimiento de positivos, con 54 y 43 respectivamente. A Coruña sigue a la cabeza en número de casos, 643 (16 más) tras registrar 36 nuevos contagios. En números absolutos le sigue Pontevedra que cuenta con 546 infectados (50 más) y Vigo con 336 (25 más). La tendencia es ascendente en el conjunto de la comunidad y Ourense atiende a 336 pacientes (25 más), Lugo a 284 (20 más), Santiago a 247 (10 más) y Ferrol a 103 (15 más).

La presión hospitalaria se mantiene estable. La cifra global de ingresados es de 59 -dos menos-, mientras que los pacientes en uci sumaron uno en las últimas 24 horas, hasta los 12; en el resto de unidades son 47. Esto quiere decir que, de todas las personas que están pasando el covid-19, el 2,2 % necesita asistencia hospitalaria. Galicia es la comunidad con una menor tasa de ocupación de camas de críticos, un 1,07 % según los últimos datos del Ministerio de Sanidad, frente al 6,73 % de la media estatal o del 12 % que registran en Madrid y Cataluña.

El número de víctimas mortales desde el inicio de la pandemia es de 2.437, Sanidade no ha notificado ningún fallecido en las últimas tres jornadas. La última muerte por covid-19 fue la de un hombre 61 años diagnosticado, que carecía de patologías previas y murió en la jornada del jueves 1 de julio ingresado en el HULA.

Reunión del comité clínico

Esta tarde vuelve a reunirse el comité clínico que asesora a la Xunta en materia sanitaria desde el inicio de la pandemia. Sobre la mesa, como cada martes, todos los datos de la evolución del covid-19 en Galicia con el fin de tomar las medidas necesarias que eviten el avance de los contagios. Porque la comunidad no es ajena a la tendencia nacional de incremento de casos centrados en un colectivo muy concreto: los jóvenes. Ya lo anunció el conselleiro de Sanidade el sábado, habrá que revisar las medidas y las restricciones en función de las nuevas características.

Los expertos que forman parte del comité clínico coinciden totalmente con esta visión, «esta es otra pandemia, los indicadores son diferentes y las restricciones tienen que ser diferentes», dice Sergio Vázquez, miembro de esta comisión y jefe de oncología del HULA, «esto ya no tiene que ver con la hostelería y la restauración, esto va más allá, a nivel de botellones, fiestas en casas o en la calle, y se necesita un control policial estricto de este tipo de situaciones». Controlar estas aglomeraciones nocturnas es complicado, por lo que Vázquez apunta una medida que ya se adoptó durante las fases más duras de la pandemia y en la que coinciden más miembros del comité: cerrar espacios públicos, como pueden ser playas y parques, a partir de las doce de la noche para evitar que se incumplan las medidas de seguridad.

«El terreno de juego de la pandemia ha cambiado, el escenario ha cambiado», explica Tato Vázquez Lima, otro de los expertos del comité, «creo que es una idea que todos tenemos en mente, el precintado de los espacios públicos; el que incumpla tendrá que tener su respectiva sanción, no hay otra forma». Se trata en definitiva de establecer un control muy estricto de las fiestas ilegales —los botellones están prohibidos— para evitar que siga creciendo la incidencia del covid-19 en Galicia, que se centra fundamentalmente en los tramos de edad de 12 a 29 años.

Castigar sistemáticamente a los sectores comerciales y a la hostelería por el aumento de casos ya no es la solución para los especialistas sanitarios. El ocio nocturno tiene medidas de seguridad y le interesa aplicarlas, «basta con que la incidencia aumente a nivel medio para que lo cierren, así que no les conviene», apunta el jefe de oncología del HULA. «Pero de qué vale que un local de hostelería esté vigilando que la gente cumpla, si tiene al lado a doscientas personas en un botellón», apunta Vázquez Lima, jefe de urgencias del hospital do Salnés. Aunque desconocen si hoy se tomarán medidas en firme, lo que sí saben los miembros del comité es que este tema estará encima de la mesa en la reunión que cada semana mantienen con el equipo de la Consellería.

Esta es ya una pandemia diferente —con mucha población inmunizada— y las medidas van a ser diferentes. Los hospitales están lejos del colapso pese al aumento de casos porque estos se concentran en gente joven. Aún así, no hay que olvidar que los jóvenes «también ingresan, también están en la uci, también pueden morir o tener secuelas muy importantes», explica Sergio Vázquez. Y no hay que olvidar que sus padres pueden ser las víctimas de este aumento de casos, ya que entre los 60 y los 69 años hay muchas personas sin la segunda dosis de la vacuna, ya que los vacunados con AstraZeneca deben esperar al menos once semanas para esta segunda dosis.