Carmen Calvo dice que la ley trans es «razonable» y niega haber perdido una batalla con ella

La Voz REDACCIÓN

SOCIEDAD

J.J. Guillén

«Esta es la ley del Gobierno, naturalmente, un texto muy diferente del que inició y que tendrá, como es lógico, su debate», indicó

05 jul 2021 . Actualizado a las 11:35 h.

La vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, ha asegurado este lunes que «en absoluto» ha perdido una batalla con la ley trans, a la que ha calificado de «equilibrada y razonable» y de la que ha dicho que es «la ley del Gobierno». Tal y como informa Efe, Calvo sostuvo en declaraciones a periodistas: «Este Gobierno tenía desde el principio en sus objetivos una legislación LGTBI (...) una ley equilibrada y razonable para que estos colectivos estén protegidos y al mismo tiempo tengamos seguridad jurídica con las leyes de género que nuestro país ha ido construyendo a lo largo de varias décadas y que significan mucho para el avance de los derechos de las mujeres».

«Es lo que hemos conseguido, no sé dónde está el resto de la mitología que se genera en relación a las cosas. Esta es la ley del Gobierno, naturalmente, un texto muy diferente del que inició y que tendrá, como es lógico, su debate», ha añadido la vicepresidenta antes de su participación en una jornada sobre fondos europeos y proyectos de inversión para la recuperación económica.

Calvo ha subrayado que la democracia no puede dejar fuera del avance la protección de los derechos de los colectivos LGTBI: «Esta es una sociedad que no se puede permitir arrinconar, ni odiar, ni excluir ni discriminar a los colectivos LGTBI, en eso lleva este país con mucha dignidad mucho tiempo y era un objetivo del Gobierno y es una ley del Gobierno». Ha celebrado que la ley haya llegado a tiempo para la celebración del Orgullo, con un «mensaje claro y nítido», y ha afirmado que para ella es «una ley más» de las muchas que tiene que coordinar.

El anteproyecto de ley para la igualdad real y efectiva de las personas, aprobado el pasado martes en Consejo de Ministros después de una tensa negociación en el seno del Ejecutivo, deja de considerar la transexualidad una enfermedad e incluye la autodeterminación del género -principal punto de disenso entre Calvo y el Ministerio de Igualdad-, esto es, la posibilidad de cambiar el sexo en el Registro Civil con la voluntad de la persona, sin necesidad de informes.