Pablo Díaz: «No cambio el bote de ''Pasapalabra'' por un violín Stradivarius»

R. C. MADRID / COLPISA

SOCIEDAD

El tinerfeño consiguió el tercer mayor bote de la historia del concurso

03 jul 2021 . Actualizado a las 10:25 h.

Horas después de ser uno de los nuevos millonarios en España, Pablo Díaz (Tenerife, 1997) aún sigue con la resaca de haber ganado el bote de Pasapalabra, haber visitado a Pablo Motos y a Trancas y Barracas en El Hormiguero y haber contado sus sensaciones a su comunidad de Twitch. «He dormido unas tres horas», asegura Díaz.

En su bolsillo ya está el cheque con los 1.828.000 euros con permiso de Hacienda. «Es lo correcto y lo que tengo que hacer desde luego», explica Díaz. «Siempre voy a decir que tengo que pagar mis impuestos como un ciudadano normal», añade.

Esta semana, tras 260 roscos finales, otro hito en su haber, este joven violinista cerró una etapa al llevarse el tercer mayor bote de la historia del programa. «Pasapalabra es como una oposición», destaca el joven tinerfeño.

Ahora su vida ha dado un giro de 180 grados y no solo por el dinero. Díaz ha «estudiado bastante consistentemente, una media de cinco o seis horas». A ello hay que sumarle sus estudios, pero la preparación a esta oposición le ha durado seis años desde que debutó en el 2017 con Christian Gálvez al frente del programa en Telecinco. «Empecé a prepararme en noviembre y diciembre del 2015», comenta, pero «empecé a estudiar en serio tras verme todos los programas y apuntarme las palabras más difíciles del diccionario».

Sin embargo, una conversación con el malagueño David Leo, que ganó 1,9 millones de euros en el 2016 en Pasapalabra, le hizo cambiar su método de estudio y entrenamiento: Anki. Esta aplicación pregunta aleatoriamente todas las palabras que se introduzcan en el sistema, pero en una proporción inversa a tu conocimiento respecto a ellas. «Ayuda muchísimo a la memoria y optimiza el estudio», explica el nuevo ganador de Pasapalabra.

Tras quedarse una docena de veces con la miel en los labios, Díaz se convirtió en «dux», la palabra que le dio los 1,8 millones de euros. «Hiperventilé, pero también pensé que tras casi seis años de oposición, ya se había terminado».

«No me doy caprichos»

Ahora con los estudios, su máster y su oposición televisiva, finalizados y es que el tinerfeño ha compaginado sus estudios con la preparación del programa, «Mi último examen fue el 30 de junio, y el bote lo gané al día siguiente», Díaz arranca una nueva vida y lo hace con una cuenta corriente con muchos ceros, con permiso de Hacienda. «No soy de darme caprichos», responde a la pregunta de este periódico si cambiaría el premio de Pasapalabra por un mítico violín Stradivarius. «No, no», responde entre risas. «Curiosamente, muchos músicos me han comentado que me podría comprar un buen violín con el bote, pero es lo último que haría», añade.

De momento, el único «capricho» que se va a dar el violinista es comprarse una casa, aunque «vivir bajo un techo, no es un capricho», asegura. Lo que sí se permite son videojuegos, una afición que ha quedado patente en sus retransmisiones en la plataforma del momento: Twitch.

«He descubierto que Twitch es una de mis pasiones. Lo seguía mucho antes, pero este último año me he dado cuenta de que es de las cosas que más me gustan. He descubierto que me encanta hacer música en ahí, incluso más que en auditorios. Ha sido de las mejores cosas que me han pasado este año», explica. «Si a la gente le gusta, voy a seguir», relata el joven tinerfeño que, aunque es consciente de que «el tema de las redes sociales es volátil». Aún así, su canal de Twitch seguirá activo «tengo una comunidad maravillosa» y no se plantea volver a la televisión.