Gobierno y comunidades posponen la decisión sobre la relajación del uso obligatorio de la mascarilla

M. V.

SOCIEDAD

Javier Lizon | efe

Territorios como el País Vasco, Extremadura, Andalucía, Cantabria o Castilla y León consideran precipitado retirarla

17 jun 2021 . Actualizado a las 09:08 h.

Abrió boca por la mañana el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, asegurando que los españoles «pronto» podrían abandonar las mascarillas en espacios abiertos, pero a media tarde la ministra de Sanidad, Carolina Darias, acabó templando cualquier tipo de entusiasmo tras haberse reunido un miércoles más con las comunidades y decidido posponer la decisión de relajar del uso del protector facial. «Cada vez está más cerca, estamos trabajando en ello», se limitó a reiterar una y otra vez ante las insistentes preguntas de los periodistas. De su intervención posterior al Consejo Interterritorial de Salud solo se decodificó que se procederá a través de la ley nacional ya existente, que deberá ser modificada, y que se hará de manera coordinada con las comunidades. No concretó objetivos de vacunación ni de incidencia, tampoco plazos concretos.

Que iba a ser imposible llegar a un acuerdo en el interterritorial quedó claro desde el inicio, reveló la agencia de noticias Colpisa citando a fuentes presentes en la reunión. El encuentro telemático fue un «diálogo de sordos» entre dos bandos con planteamientos enfrentados, y esta vez la guerra nada tuvo que ver con la política, porque en ambas trincheras hay gobiernos de diferentes colores. A lo largo de los últimos días, hasta diez autonomías se habían posicionado abiertamente a favor de flexibilizar el uso del cubrebocas -un debate que primero iba a abordarse en la Comisión de Salud Pública del martes y que finalmente decidió ayer llevarse a las siguientes Conferencias Sectoriales- y cinco, en contra. Las que más prisa tienen son Madrid y Cataluña: aunque ambas coinciden en que el paso no puede darse de forma unilateral, creen que hay ya condiciones más que favorables para empezar a retirar este mismo mes las máscaras en exteriores.

También aliados con esta postura se muestran los Gobiernos de Murcia, Castilla-La Mancha, La Rioja, la Comunidad Valenciana y Galicia. Este mismo miércoles, el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, nada partidario de retrasar la decisión, instó al Ejecutivo central a «no llegar tarde también» con esto. Desde Valencia, reticentes a eliminar la mascarilla en las calles, lo que se propone es flexibilizar la norma a través de un semáforo epidemiológico y levantar su obligatoriedad en espacios al aire libre como playas o zonas naturales.

En contra

En el otro extremo se sitúan territorios como Extremadura; el País Vasco, que argumenta que todavía hay que ser «prudentes»; Andalucía, que defiende la utilización de las mascarillas como «arma esencial» contra el coronavirus y por ahora no contempla ni plantea «alternativas diferentes» a su uso obligatorio; Cantabria, que cree que «no se puede arriesgar» ni «adelantar decisiones» que puedan suponer «un paso atrás» en la tendencia de descenso de la pandemia, «como está pasando en algún otro país»; y Castilla y León, que considera «precoz» poner fecha y aboga por esperar a tener datos de niveles de «normalidad».