El presidente del Parlamento y uno de los fundadores del Fidesz, László Kövér, ha comparado a los homosexuales que quieren adoptar con pedófilos. «Hungría es un país tolerante y paciente con la homosexualidad, siempre que dejen en paz a nuestros hijos», afirmó en su día Orbán, poco antes de que se prohibiera la adopción por parte de parejas del mismo sexo.
El año pasado, un libro para niños titulado El país de las maravillas es para todos, que buscaba mostrar respeto hacia las minorías, fue descrito por el Gobierno como «propaganda homosexual» que debería prohibirse en las escuelas. Durante la pandemia, en mayo de 2020, el Gobierno prohibió cambiar de nombre a transexuales.