¿Por qué suben los casos en Chile, el país con una de las mayores tasas de vacunación del mundo?

Raúl Romar García
r. romar REDACCIÓN

SOCIEDAD

Santiago de Chile ha iniciado un confinamiento indefinido
Santiago de Chile ha iniciado un confinamiento indefinido ELVIS GONZÁLEZ

En un escenario en el que el Gobierno ha decretado un nuevo confinamiento en la capital y en el que las ucis están al 95 % de su capacidad, no faltan expertos que apuntan, entre otros factores, a la menor eficacia de la vacuna china Sinovac, sumado a la variante brasileña y al componente estacional

14 jun 2021 . Actualizado a las 09:11 h.

Los hospitales al borde del colapso con una ocupación en las ucis del 95 %; más de 7.000 casos diarios por cuarta jornada consecutiva, con 128 muertos en las últimas 24 horas; una positividad en las pruebas de coronavirus del 8,3 %, muy por encima del 5 % que recomienda la OMS para controlar la pandemia y un nuevo confinamiento indefinido que ha empezado este fin de semana para un área que cubre una población de siete millones de habitantes, incluida la capital.

¿De qué país se trata? No es ni Argentina, ni Brasil, donde la situación sigue desbocada, sino Chile, el país con una de las tasas de vacunación mayores de todo el mundo, por encima del Reino Unido o de Estados Unidos. El 59,2 % de los mayores de 16 años, la población diana llamada a inmunizarse, ha recibido ya la pauta completa y el 76 % ha obtenido al menos una dosis. Pero la situación dista mucho de estar controlada, ante la alarma de las autoridades sanitarias.

¿Qué está ocurriendo en el país austral? Cansancio por la fatiga pandémica, el otoño, la mayor irrupción de la variante brasileña P.1, alta movilidad de la población y una parte importante de los ciudadanos aún sin inmunizar... Son parte de las explicaciones que aportan los expertos de Chile. Pero hay otra de la que se habla menos a la que ya se empieza a apuntar: la menor efectividad de la vacuna que se está administrando en el país, la china Sinovac. Solo evita un 65,3 % de los contagios, frente al 95 % de la de Pfizer; el 94 % de la de Moderna o el casi 80 % de la de AstraZeneca.

«Tenemos que esperar a que haya un 75 % o un 80 % de la población vacunada con dos dosis para lograr la inmunidad de rebaño, y aún así no sabemos si se logrará», explicó a la agencia Efe Nicolás Muena, virólogo de la Fundación Ciencia y Vida. En esta idea insiste Lidia Amarales, exsubsecretaria de Salud Pública y coordinadora de esta área en la Escuela de Medicina de la Universidad de Magallanes. «Todavía no hemos llegado -dice- a la inmunidad de rebaño, que es lo que nos podría hacer disminuir o eliminar los contagios. necesitamos al menos el 70 % de la población vacunada, cosa que no hemos logrado».

En todo caso, el jefe de Medicina Interna de Clínica Alemana, Luis Miguel Noriega, sí cree que el tipo de vacuna sí puede tener algún tipo de influencia en la situación. «Los casos no han bajado en Chile porque hay una circulación importante del virus, una población de no vacunados relevante y porque usamos una vacuna que es buena para protegernos ante la mortalidad y enfermedades graves, pero ante contagios la eficacia no es tan grande», apunta en declaraciones al diario chileno La Tercera. También es verdad, sin embargo, que la mayoría de los nuevos casos se detectan entre la población no vacunada.

En todo caso, la situación que vive Chile se debe a una amplia gama de factores. Otro de ellos es la influencia de la variante brasileña. «Es mucho más contagiosa y la amplitud de casos que genera un caso índice alrededor es mayor. Se ramifica más rápido por su contagiosidad y es más potente en términos infecciosos», señala la epidemióloga del Consejo Asesor Covid-19 María Teresa Valenzuela. En este punto coincide Jaime Mañalich, ex ministro de Salud: «Entró violentamente la variante P.1. (brasileña) y se transformó rápidamente en la cepa predominante, la más contagiosa, y nos cogió en una meseta muy alta de casos», dice.

El hecho de que el país todavía se encuentre en otoño es otro de los elementos a tener en cuenta. Así lo entiende el epidemiólogo de la Universidad de Chile Gabriel Cavada. «El virus -sostiene- tiene un fuerte componente estacional y hay que recordar que el pico del pasado año fue en la tercera semana de junio».

A todos estos factores hay que añadir el menor cumplimiento de las cuarentenas y medidas restrictivas, la mayor mayor movilidad de las personas y la fatiga pandémica.