Y el físico, una vez más, estaba en lo cierto. En las últimas décadas, la investigación científica ha descubierto que las aves viajan por el mundo guiándose por las líneas del campo magnético. En el 2008, un trabajo sobre zorzales equipados con transmisores de radio mostró, por primera vez, que estas aves utilizan una forma de brújula magnética como guía de orientación principal durante el vuelo. Una teoría del origen del sentido magnético en las aves es el uso de la aleatoriedad cuántica y el entrelazamiento. Ambos conceptos de física fueron propuestos por primera vez por Einstein. «Siete décadas después de que Einstein propusiera que nueva física podría provenir de la percepción sensorial de los animales estamos viendo descubrimientos que impulsan nuestra comprensión sobre la navegación y los principios fundamentales de la física», subrayó profesor Adrian Dyer, de la Universidad Real Instituto de Tecnología de Melbourne, el responsable de la publicación de la carta.
Hoy se sabe que otras especies también usan la brújula magnética. La última conocida es el tiburón. Un artículo reciente publicado en la revista Current Biology señala que recorren los océanos en busca de alimento siguiendo las líneas invisibles del campo magnético, que además de ejercer de gps también lo hace de escudo.