Sin embargo, el protocolo ya contemplaba esta posibilidad, por lo que el jurado y el público podrán valorar la actuación grabada en uno de los ensayos de la semana pasada mientras los integrantes de la banda cumplen la cuarentena requerida.
Para Vicente Rico, coruñés con más de diez festivales a sus espaldas y desplazado a Róterdam, la situación de la delegación islandesa «demuestra que hay un seguimiento regular y que está todo a priori bajo control». Reconoce que estos positivos son «un jarro de agua fría» pero que al final representan «un porcentaje ínfimo» de todas las personas que participan en esta edición del Festival. Él también confía en que «al dar todos negativo estamos en un entorno seguro» en el que están «permanentemente controlados».