Eurovisión salta el charco: nace Americavisión

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El concurso tendrá una adaptación para Estados Unidos en la que competirán todos los estados y que emitirá la NBC en el 2022

18 may 2021 . Actualizado a las 09:18 h.

A pocos días de la gran final de la 65ª edición del Festival de Eurovisión y en pleno apogeo de ensayos en Róterdam, la Unión Europea de Radiodifusión ha soltado la noticia que llevaba tiempo entre las quinielas: el formato del festival se exportará para crear Americavisión (The American Song Contest). Sin embargo, aunque el nombre pueda llevar a equívocos, no competirán todos los países de América, sino que el certamen se centrará en Estados Unidos. De esta forma, en la adaptación transoceánica participarán los 50 estados, cinco territorios estadounidenses y la capital del país, Washington D.C..

Su estreno, previsto para el 2022, incluirá cambios en la dinámica de la competición y contará con tres fases diferenciadas. En primer lugar los 56 territorios participantes pasarán por varias rondas eliminatorias para lograr clasificarse para la semifinal, que será la puerta directa a la gran final del concurso. Mientras tanto, en la versión europea, la primera de las fases no existe y los países participantes (excepto España, Italia, Reino Unido, Francia, Alemania y el país anfitrión, que pasan directamente a la final) se miden en dos semifinales que dan acceso a las 20 plazas restantes de la final. En la versión estadounidense podrán participar solistas, dúos, grupos e incluso disyóqueis. Las valoraciones de las canciones se realizarán de forma mixta entre el voto del público y un jurado profesional, de forma similar a Eurovisión pero, a diferencia de la versión original, las fases del concurso no serán durante una única semana sino que tendrán lugar a lo largo de varias galas repartidas, probablemente, a lo largo de más de un mes. Esta ampliación ya ha generado las primeras reacciones entre los seguidores del formato y algunos ya se plantean la duda de si esto podría abrir la puerta a la participación de EE.UU. en Eurovisión, como ya hace Australia.

La emisión correrá a cargo de la NBC pero estará guiada por cuatro de los pesos pesados de Eurovisión en los últimos años: Anders Lenhoff, Peter Settman, Christer Björkman y Ola Melzig. Estos productores, con más de veinte festivales a sus espaldas son los responsables de la adquisición de los derechos transoceánicos y afirmaron que «Eurovisión es el evento musical más grande del mundo y es un gran honor llevarlo a los Estados Unidos y convertir nuestro sueño en una realidad». Martin Österdahl, el supervisor ejecutivo de Eurovisión también se ha mostrado emocionado por este nuevo espectáculo. «A lo largo de 65 años Eurovisión ha conectado a personas de todas partes. Ahora estamos emocionados de haber encontrado a los compañeros perfectos para compartir esta competición única con los estadounidenses», declaró.

Por su parte, la vicepresidenta ejecutiva de programación alternativa de la NBC, Jenny Groom, ve este formato como una oportunidad de «presentarles a los espectadores las diferentes culturas musicales que conforman América combinado con el espíritu competitivo de apoyar a tu representante local».

La versión asiática que nunca llega

La adaptación estadounidense no es el único intento de exportación del Festival de Eurovisión a otros territorios. En el 2019 se esperaba que diera el pistoletazo de salida un festival homónimo pero con países de Asia y el Pacífico como China, Japón, Australia o la India. Sin embargo, el festival nunca llegó a tener lugar y a día de hoy se desconoce el estado del proyecto.