La peculiar relación que Bill Gates mantuvo con su exnovia durante décadas

Martín Bastos

SOCIEDAD

Anthony Bolante | Reuters

El creador de Microsoft tenía un pacto con Melinda para pasar un fin de semana al año con una vieja amiga

05 may 2021 . Actualizado a las 18:40 h.

El divorcio de Bill y Melinda Gates anunciado el pasado lunes tras más de 27 años de matrimonio ha causado sorpresa por su carácter de pareja sólida y discreta dedicada a las labores filantrópicas, dueña de una fortuna estimada en 108.000 millones de euros. La ruptura ha sacado a la luz, además, la peculiar relación que el fundador de Microsoft seguía manteniendo con una exnovia con la que había salido en los años ochenta. 

Se trata de Ann Winblad, una capitalista de riesgo con la que Gates mantuvo una relación sentimental en los años ochenta y con la que rompió en 1987, el mismo año en que conoció a Melinda. Winblad, que tiene actualmente 70 años, es cinco años mayor que el inventor del sistema Windows y, al parecer, estaba por entonces más preparada para el matrimonio que él, que estaba dedicado a tiempo completo a levantar el imperio de Microsoft.

En el momento en que barajaba casarse con Melinda, Bill Gates tuvo muchas dudas. Ella misma relató en el documental de Netflix Decoding Bill Gates que un día lo descubrió haciendo una lista en una pizarra con los pros y contras de contraer matrimonio con ella. Ahora se ha sabido que el informático no solo consultó con la almohada la conveniencia de dar ese paso, sino que también buscó la aprobación de su exnovia, como él mismo confesaba a la revista Time Magazine en 1997. Ella asintió y aseguró que sería «una buena pareja para él porque tenía 'estamina' intelectual».

La boda no impidió que los antiguos amantes siguieran manteniendo la costumbre de pasar algún fin de semana juntos y solos al menos una vez al año en la casa de la playa que ella tiene en Carolina del Norte. Una tradición que contaba con el permiso de la propia Melinda. «Podemos jugar al putt-putt [un antiguo videojuego] mientras debatimos sobre biotecnología», aseguraba Gates a la revista Time acerca de estas escapadas, en las que paseaban por la playa y conducían quads por las dunas.

Winblad lo confirmaba, «Compartimos nuestros pensamientos sobre el mundo y sobre nosotros mismos. Y nos maravillamos de cómo empezamos, como dos estudiantes destacados, una gran aventura en los márgenes de una industria poco conocida y eso nos situó en el centro de un universo asombroso».

Gates y Winblad se habían conocido en 1984 y mantuvieron durante tres años una relación que empezó de forma virtual. Actualmente ella está casada con el investigador privado de San Francisco Edward Alex Kline, hermano del actor de Hollywood Kevin Kline.

El pasado lunes Bill y Melinda Gates anunciaron el fin de su matrimonio, que, según la demanda presentada por ella en el juzgado, es «irremediable». Más allá del éxito empresarial de Gates al frente de Microsoft, ambos crearon una de las organizaciones benéficas más importantes del mundo, la fundación que lleva sus nombres.

«Continuaremos compartiendo nuestra creencia en esa misión y seguiremos trabajando juntos en la fundación, pero consideramos que no podemos crecer como pareja en la próxima fase de nuestras vidas», explicaron los dos en un comunicado publicado en sus redes sociales.

En su escrito, Bill y Melinda afirmaron que han educado a tres hijos increíbles y que crearon una fundación para promover una vida «sana y productiva».

Se desconoce si el divorcio impactará de alguna manera en la institución, aunque desde hace tiempo el consejero delegado de la organización es Mark Suzman, mientras que ellos dos han servido como fideicomisarios junto a Warren Buffet.

La fundación, creada en el año 2000, se ha convertido en una de las organizaciones filantrópicas más importantes del mundo con unos fondos de casi 50.000 millones de dólares.

El año pasado, Bill Gates renunció a su cargo de consejero en Microsoft, la empresa que fundó en 1975 con Paul Allen, para dedicarse a las actividades benéficas.