El comité clínico valorará introducir un nivel bajo de restricciones con cierre de la hostelería a medianoche

Tamara Montero
tamara montero SANTIAGO / LA VOZ

SOCIEDAD

PACO RODRÍGUEZ

También estudiará que el toque de queda se mantenga en los concellos con peor incidencia y que siga en vigor el cierre perimetral

06 may 2021 . Actualizado a las 09:19 h.

La tranquilidad epidemiológica es la tónica desde la salida de la tercera ola pandémica y en esa situación, lo lógico es ir dejando sin efecto el toque de queda y ampliar horarios. Así lo ha anunciado esta semana el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijoo, y esas dos cuestiones estarán sobre la mesa en la reunión extraordinaria del comité clínico que este jueves abordará como gestionar la pandemia de coronavirus en la era posterior al estado de alarma.

Entre las propuestas que maneja el panel de expertos que asesora a la Xunta está introducir un nuevo nivel de restricciones para aquellos concellos en mejor situación epidemiológica. Sería recuperar, con algunas modificaciones, el quinto grado de un documento que se manejó en la anterior ola pandémica y que contemplaba seis niveles: cinco más uno de normalidad, es decir, sin restricciones, aunque quizá recuperarlo sea una decisión precoz mientras no se avance en la vacunación de la población.

Aunque la decisión final sobre cómo gestionar la crisis sanitaria a partir de este fin de semana se tomará en la reunión de esta mañana, ese quinto grado que analizará el comité clínico equivaldría a un nivel bajo, y en él se situarían los municipios con incidencias acumuladas por debajo de 50 y de 25 casos por cien mil habitantes a 14 y 7 días, respectivamente. No será, como no lo ha sido en ningún momento, el único indicador que se analizaría. El comité utiliza una batería de más de diez parámetros de transmisión, rastreo y sobre todo presión asistencial para tomar decisiones.

Este nivel bajo supondría restricciones más suaves para el sector de la hostelería, que vería ampliados sus aforos. Podría servir sin limitaciones en las terrazas y con aforos por encima del 75 % en los interiores siempre y cuando se garantice una ventilación adecuada a través de medidores de CO2, tal y como se hace actualmente en los restaurantes.

Además, se ampliaría el horario de apertura hasta la medianoche. Esta es una cuestión en la que hay que valorar varios condicionantes. Permitir varios horarios de apertura en función de la situación epidemiológica podría favorecer desplazamientos desde municipios con incidencias más altas (y por lo tanto un cierre adelantado de la hostelería) hacia áreas en mejor situación epidemiológica. Así que cabe la posibilidad de valorar ampliar la apertura a la misma hora en todos los niveles salvo el máximo y centrarse más en el control de los aforos.

En un escenario «sin instrumentos jurídicos más allá de la Constitución», según destacaba Feijoo ayer, la gran incógnita es qué pasa con el nivel máximo de restricciones, que establece cierre perimetral. El comité clínico analizará hoy la posibilidad de solicitar a la Justicia que en aquellos concellos con transmisión de alto riesgo se mantenga tanto el cierre perimetral como el toque de queda, que decaería en el resto de niveles de restricciones. «Hay que evitar que un problema puntual se vuelva un problema provincial o autonómico», decía el presidente en referencia a las herramientas para frenar la transmisión del virus y se ha demostrado que ambas cuestiones (que ahora deberá amparar el TSXG) son útiles para frenar la expansión de un brote por el territorio.

La transmisión del covid-19 en Galicia sigue siendo localizada y la curva sigue dibujando dientes de sierra: los ligeros incrementos de un día se corrigen en los siguientes. El último balance deja un ligero repunte en casos activos (3.061) y en contagios (189) pero un descenso en la carga asistencial, con 200 pacientes ingresados (doce menos) de los que 48 están en críticos. El Sergas comunicó ayer un fallecimiento. Desde el inicio de la pandemia han muerto 2.392 personas.