Así se trabaja en Nefroloxía de Burela, la primera unidad acreditada en Galicia
SOCIEDAD
Asistencia, docencia e investigación hospitalaria para cuidar a 1.910 pacientes
24 abr 2021 . Actualizado a las 11:02 h.El trabajo en equipo, la inquietud por investigar, horas de dedicación y autocrítica son las claves del trabajo diario de la unidad de Nefroloxía del Hospital Público da Mariña, en Burela, que tiene un protagonista principal: los pacientes. «Todo lo que se hace es para mejorar su calidad de vida y para intentar disminuir la progresión de la enfermedad renal». Quien habla es Secundino Cigarrán, responsable de la consulta y de la unidad de enfermedad renal crónica avanzada acreditada recientemente por la Sociedad Española de Nefrología por su dedicación y compromiso a la hora de proporcionar a los pacientes con enfermedad crónica real avanzada una atención sanitaria de calidad. Destacan que son la primera unidad hospitalaria en Galicia acreditada, lo que para el equipo de Burela representa un espaldarazo al trabajo desarrollado y un incentivo para mejorar. Sienten orgullo de figurar entre las cuatro unidades -de las nueve que se presentaron en toda España- que ya han superado la evaluación de la SEN, que valora la organización, los protocolos o los resultados.
En esta unidad hospitalaria se hace un seguimiento exhaustivo de 1.910 pacientes. El equipo nos hace un hueco en su agenda y nos desvela algunas de sus prácticas. «Aquí suena el teléfono sin parar. Si no es en consulta, es por teléfono, tenemos un contacto muy directo y estrecho con los pacientes. Sabemos cuál es el riesgo, su problemática, sus fortalezas y debilidades», explica el nefrólogo. Ni las limitaciones preventivas establecidas por el covid-19 han frenado esta interacción. Llevan a rajatabla el control de los enfermos: 954 llamadas telefónicas desde que comenzó la pandemia, saben que 25 de ellos han sido positivo en covid, que 109 dieron negativo o que 820 no han tenido síntomas. «Hay que estar pendientes. Son los pacientes con más riesgo por su comorbilidad. (..) Son siete veces más propensos a las infecciones que la población en general. A todos les hemos hecho un seguimiento por teléfono y ahora creemos que hay que dar el paso a la telemedicina para evitar cometer errores. Queremos verles la cara, decirles ‘enséñenos los tobillos'...». Orgulloso está el equipo de no haber tenido ninguna reclamación en doce años y de superar con éxito dos encuestas anuales de satisfacción.
La unidad de Nefroloxía presenta una estructura organizativa horizontal. Todos suman y aportan. Por eso ahora otro de sus objetivos es incorporar a un psicólogo al equipo. Les gusta innovar. «No se puede esperar que haciendo lo mismo se tenga un resultado diferente», sentencia el doctor Cigarrán, quien tuvo claro desde su llegada a Burela, en 2008, que la asistencia al ciudadano, la docencia y la investigación deben ser tres objetivos interrelacionados en una unidad donde el lema es «Prohibido prohibir». Insiste en la importancia de trabajar con el paciente, recordando que los pilares del tratamiento sustitutivo renal son el trasplante de donante vivo, las técnicas domiciliarias y las medidas hospitalarias. «Piense que el 0,3 % del gasto sanitario se va para los pacientes renales (..) Cada paciente en hemodiálisis cuesta 43.000 euros», insiste el nefrólogo, que asegura que la acreditación de la SEN es «una garantía para los pacientes de que están siendo atendidos en una unidad que busca la excelencia».
Proyectos de investigación
La enfermera Ana María Sanjurjo insiste en que lo principal es tratar al enfermo de forma holística, mientras que Nicolás Menéndez, coordinador de ensayos clínicos, puntualiza que tres de los 16 proyectos de investigación activos en los que participan han surgido del equipo de Burela: «Aparte de proyectos, en la unidad realizamos investigación de carácter epidemiológico».
«A nuestros pacientes se les aportan menús ajustados a sus casos... Damos soluciones. Buscamos mejorar la adherencia al tratamiento», apunta Juan Antonio Latorre, nutricionista, que insiste en la importancia de transmitirle al enfermo el refuerzo positivo, «decirles que lo están haciendo bien». Tanto él como el resto del equipo siguen las guías clínicas y trabajan en recomendaciones nutricionales poscovid.
Carmen Fernández es la médica de familia que rota con el equipo, la que certifica la estrecha relación de esta unidad hospitalaria con Atención Primaria: «Les podemos llamar en cualquier momento». Otro de los miembros es Antonio Souto, alumno de Nutrición de la Facultade de Ciencias del Campus de Lugo (USC), que deja claro que eligió este destino porque puede profundizar en la nutrición relacionada con el ámbito hospitalario, por la investigación y porque se apuesta por la renovación e innovación.