Un nuevo patrón climático está naciendo en Europa

SOCIEDAD

Martina Miser

La Oscilación del Atlántico norte que afecta de manera notable a Galicia está cambiando su comportamiento

16 may 2021 . Actualizado a las 05:00 h.

Un reciente artículo publicado en la revista Climate and Atmospheric Science por investigadores de la Universidad de Miami sostiene que la actividad humana está alterando los patrones climáticos tanto en Norteamérica como en Europa occidental. En concreto, los autores del trabajo apuntan que la emisión de dióxido de carbono y otros gases de efecto invernadero afectan a la dinámica de la NAO (Oscilación del Atlántico norte).

La Oscilación del Atlántico norte, que se define por la diferencia de presión entre las borrascas de Islandia y el anticiclón de las Azores, tiene una influencia muy importante sobre Galicia. Cuando se encuentra positiva las altas presiones suelen estar más reforzadas de lo habitual. Esto se traduce en unas condiciones secas y cálidas en la comunidad gallega. Cuando está en modo negativo, las altas presiones se debilitan y son las borrascas las que toman el protagonismo. Una NAO negativa suele favorecer los famosos trenes de borrasca que impactan de lleno a Galicia.

El estudio propone que el cambio climático favorecerá que esta oscilación atmosférica se presente cada vez con mayor frecuencia en modo positivo, favoreciendo que en el sur de Europa sean más habituales las condiciones secas y cálidas.

Cuando una NAO positiva no se prolonga demasiado tiempo puede tener efectos beneficiosos en ciertos momentos del año, ya que se traduce en períodos de sol y calor. El problema llega si esa situación dura demasiado. Un anticiclón de las Azores muy reforzado puede dar lugar a las sequías al generar lo que se conoce como efecto de bloqueo. Si se asienta sobre el Atlántico con mucha presión aleja cualquier posibilidad de lluvia. En los últimos trece años se han registrado cinco sequías (2005, 2007, 2012, 2016 y 2017).

Por otra parte, en verano un potente sistema de altas presiones permite que sean más probables e intensas las olas de calor. El anticiclón se puede situar al norte de la Península y canalizar aire muy cálido desde el norte de África hacia el continente europeo. Y cuando un episodio de temperaturas extremadamente altas se mantiene durante muchos días tiene un efecto devastador sobre la salud de la población.